sábado, 2 de octubre de 2010

Apéndice: 25 años no es nada

Llegamos justo para 
Quizás tenía que haber comenzado con Hamsahamida que debe ser algo así como gracias en Coreano. Ayer viernes un grupo de nosotros vinimos a Corea para celebrar los 25 años de presencia agustiniana.

Sólo os pongo un resumen del día y algunas fotos (las demás aqúi)

Fuimos llegando  durante el viernes, en viajes interminables desde Malolos al aeropuerto, luego el vuelo y luego el viaje hasta el lugar donde nos alojamos (y que confieso no tener muy claro, pero que está como a una hora al norte de Seúl)


El caso es que nos hospedamos en habitaciones modelo coreano. mesas bajas, ventanas de rejilla simulando a papel y bambú.... camas de madera con tabla por somier....¡y almohadas de tubitos de plástico! (algo así como macarroneas de plástico. xtrañas pero efectivas)


Pasamos la noche y de madrugada (el amanecer aquí es espectacular)  estábamos ya celebrando la eucaristía en inglés con añadidos del coreano. El P. Lucas, que fue ordenado en enero nos dirigió la oración.


Extraño desayuno (algas, coliflor picante, calamares secos... bueno, y café, pan y mantequilla) y nos encaminamos a un curioso programa de "inculturación". 








Primero tocaba ver el palacio real, que es una cosa imponente, con actores representando los movimientos de la corte... inculturados






Después fuimos a comer lo que llamamos fideos chinos pero que aquí lo llaman algo así como noddles. Curioso, sobre todo porque no usan tenedores....(John siempre se acuerda de llevar unos veinte para emergencias...).... inculturados con sensaciones diversas.

Después un poco de souveniring y recuerdos (llevo cerdos de la suerte). Más turistas que inculturados.

Y el plato fuerte de la tarde fue la visita a un templo budista. Aprendimos cómo funciona, los fundamentos de su fe y que en muchas cosas externas nos parecemos. Disfrutamos de una deliciosa cena vegetariana a base de plantas, algas y tofu y después nos prepararon la ceremonia del te, en la que nos explicaban que tomar el té se puede hacer como una ofrenda al Buda (algo así como camino hacia la iluminación) y hay que hacerlo con mucho cuidadín.

Aprendimos que se preocupan por toda vida, aunque hubo una curiosa discusión sobre si la experiencia del "mu" que es algo así como el vaciarse y quedarse en blanco, podría compararse con la experiencia de interioridad agustiniana. Los europeos se rieron de la comparació -quizás pensando que era mía - mientras que los coreanos propusieron el ejemplo después de una experiencia con monjes budistas. Tal vez el carisma de la Orden no sólo tenga varias lenguas sino también varias categorías mentales.

Pero sin liarnos mucho cogimos el metro - límpio, ordenado y con puertas dobles como los ascensores para que no te caigas en el andén - y llegamos a una parroquia en la que se celebraba un concierto para conmemorar los 25 años.

Música tradicional coreana que nos costó entedner y música clásica europea, árias y gregoriano, que disfrutamos profundamente. Una ejecución magistral por parte de una orquesta que se considera amateur.

Y vuelta a casa. Mañana toca acercarnos al paralelo 38.....¡qué miedo!
Y la eucaristía de acción de gracias por los 25 años

Si hay internet, contaré más cosas

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias, querido Hermano, por acortar las distancias. Las hermanas hemos seguido el capítulo y hacerlo nuestro. GRACIAS