viernes, 24 de septiembre de 2010

Viernes 24 - sexto día

El día de la Merced nos encontró con las heridas del duro trabajo y la discusión de ayer. Algunos alargamos la reflexión hasta horas imperdonables, y así estábamos. La gran noticia era que Emmanuel y Michael cumplían 60 años, así que hubo algo de coña con lo de que celebrábamos los "120 años"

La reflexión del Qohelet sobre los tiempos cíclicos y alternos, sobre el hacer y deshacer, fue leída desde nuestra capacidad de interpretar el tiempo en qué vivimos y descubrir si es de recoger piedra para protegernos en muros elevados o es tiempo de arrojar piedras para deshacer nuestras barreras.

La sesión de la mañana iniciaba con la siguiente oración


Oh Dios, para quien todo sentimiento está patente,
y a quien habla toda voluntad,
y para quien ningún secreto queda escondido,
por medio de la infusión del Espíritu Santo
purifica los pensamientos de nuestro corazón,
para que podamos merecer amarte perfectamente
y cumplir siempre tu voluntad.


Con estos buenos sentimientos nos dispusimos a "dar un repaso" al Consejo General sobre las acciones que les fueron encomendadas en el último Capítulo. Para no aburrir, cada consejero fue pasando y explicó lo que se había hecho en su respectiva área. Después hubo un brevísimo turno de preguntas, con lo que los consejeros pasaron el trago con poquísimo sufrimiento. O estábamos convencidos, o estábamos compasivos, o estábamos de weekend. De todo lo que se presentó destaco la importante acción para la JMJ de Madrid, con la exposición de San Agustín y el encuentro de agentes de pastoral juvenil. El curso online de formación agustiniana (aún se admiten inscripciones en http://osacuria.org/CursoFormadores.aspx) También el curso de espiritualidad agustiniana al que se insitió que se apuntara más gente
 (la información en http://www.osanet.org/events/default.asp?IDEvent=12)

Después de ellos, el ecónomo general explicó un poco como funciona en lo práctico la comunión de bienes, que ha permitido, entre otras cosas, construir los tres colegios de Africa, o la clínica de Babadogo, así como permitir que algunos hermanos de regiones poco favorecidas puedan tener formación en Roma.

La mañana termió con una cierta inquietud y alegría, porque, tal y como hacía Dios al comienzo de la Biblia, al aterdecer, cuando comenzaba el séptimo día, descansó. Por eso nuestra tarde ha sido serena.... nos hemos dedicado a dar una vuelta por la isla (las fotos como siempre en http://picasaweb.google.com/frgumer/CGI2010Filipinas?authkey=Gv1sRgCJrdqM7gutjhfQ&feat=directlink)




Lo primero que visitamos fue visitar una iglesia de los agustinos en la que en 1897 se firma la primera constitución filipina.

Estuvimos visitando el museo, en el que ser recuerda en primer lugar la presencia de los agustinos en la iglesia, con todo un almacén de recuerdos religiosos que a nosotros nos recordaban mucho los desvanes de Valladolid o La Vid.




Luego una serie de salas explicaban el proceso de escritura de la constitución de independencia filipina, con un ritual un tanto macabro, usando la propia sangre para firmar delante de una calavera (si sumamos la presnecia de soles y triángulos.... alguno explicaba de dónde surgía la revolución.... pero el primer personaje del grabado llevaba traje talar.... total que no nos aclaramos).





Después nos pasamos por otra iglesia, también agustína, que  ahora es la catedral de esta zona que se llama Bulacán. Estaba quemada y reconstruída, pero había un fuerte recuerdo de los agustinos por aquí. Para que veáis que somos gente de bien, al entrar todos hicimos una visita al santísimo y pedimos por las cosas de siempre.







Luego fuimos a ver una iglesia que había permanecido en pie en una región en la que un volcán había sepultado todo lo demás. La Iglesia quedó en pie, pero semienterrada, así que ahora ha quedado muy "bajita". Nos recibió el párroco con un gran cariño al saber que éramos agustinos....¡si es que aquí nos quieren bien y todo!.

Al regrear a casa había "sorpresa". Por muchos motivos - pero lo atribuímos al cumpleaños de Emmanuel y Michael - las hermanas agustinas de la consolación estaban esperándonos con un pequeños espectáculo de danza filipina, con música en directo (con cañas de bambú) para amenizar la cena y con un estupendo karaoke para entrentenernos hasta casi medianoche....¡noche de viernes!


jueves, 23 de septiembre de 2010

Jueves 23 - quinto día

Tendría que tener acordes de quinteto de cuerda para escribir algo del quinto día. Me he dejado las notas en la habitación y trato de que los eventos del día se vayan organizando en mi memoria y en mi sentimiento.

Sin duda que la frase de marras de hoy tiene que ser :

""De esta manera, peregrinando entre las persecuciones del mundo y los
consuelos de Dios, avanza la Iglesia por este mundo en estos días malos" (18,51,2)."

Me iré explicando poco a poco. Lo primero es indicar que este día era especialmente sensible para mí, así que lo que voy a contar tiene más subjetividad de lo habitual. Lo segundo, que al haber tanta subjetividad, pido disculpas si queda algo oscuro lo que ha pasado "de facto".

La mañana comenzó con la eucaristía, con una lectura del comienzo del libro del Eclesiastés que recuerda que todo el esfuerzo en la vida, toda lucha, toda guerra, es tantas veces inútil, estéril.... en palabras del libro, vanidad de vanidades, o con una traducción más "viva", todo en la vida no es más que una inmensa pérdida de tiempo. Y en el contexto de un capítulo (es decir, reunión, tras reunión, tras reunión....) el lector de la Palabra, al terminar, no puede reprimir encoger sus hombros y mirar alrededor mientras repite "vanitas vanitatis".

Pero en la homilía alguien nos explicó que la clave está en saber mirar y comprender la vida, con la óptica de Dios. Y esto lo consigue el hombre y la mujer que "escucha la Palabra". Y aprende a mirar y amar el mundo como lo hace la Palabra.Un comienzo intenso que auguraba un día difícilmente imaginable.

La mañana se dedicó a trabajo por grupos sobre los retos que la Orden afronta hoy, lo que sirvió para retomar algunas de las ideas de los últimos días. Disciplinados con el trabajo que se espera de nosotros, el capítulo se centró hoy mucho en el texto del documento, en enriquecerlo, con sugerencias continuas de añadir textos de la tradición agustiniana y de los documentos eclesiales.

El almuerzo nos trajo uno de los gestos que explican por qué la Orden está aquí, y por qué seguimos estando....¡celebramos un cumpleaños!

Después de tanta reflexión sobre la identidad de la Orden, tanto pensar y hablar, tanto formular verbos y principios, tanto y tanto escucharnos unos a otros repetirnos frases conocidas - algunas dignas de ser filosofía de las mejores camisetas - después de hartarnos de definir y concretar los elementos de la comunidad como evento sacramental de la escatológica dimensión del Reino..... al final, lo que queda y cuenta es algo tan simple, sencillo y espontáneo como cantar cumpleaños feliz y soplar una vela. Algo que al mismo tiempo es escatológico y profético, porque es amar al hombre y su vida por lo que son para mí y son para Dios; algo anecdótico, pero al mismo tiempo definitivo, porque sólo con gestos de cariño se da existencia y valor a las personas.

Porque al final ¿qué hace falta para festjar un cumpleaños? Sólo agradecer a Dios la vida de esa persona, a la que quizás conoces desde hace sólo una semana, pero a la que miras como mirado y querido por Dios. Y después buscar una tarta, una vela y aprender a cantar "cumpleaños feliz" en media docena de idiomas. Y quizás comprar una bolsa de cacahuetes y hacer un regalo simbólico y al mismo tiempo valioso.

Pero decía al comienzo que el camino hacia el cielo se hace con los consuelos de Dios y las persecuciones de los hombres. Bien, persecuciones no es lo que ha habido, a mí me gusta "retraducir" el texto de la Ciudad de Dios y decir que es "entre las miserias de los hombres", entendidas como la debilidad y limitación de nuestro ser hombres, de nuestro saber, y en el caso concreto, de nuestro tomar opciones audaces.

En los últimos años se había hablado de la oportunidad de establecer un lugar para hacer el noviciado varias naciones europeas. Es una historia larga y compleja, pero digamos que se podía haber ido más rápido de lo que se ha ido, se podían haber tomado opciones más audaces que evitaran situaciones como que una persona se quede sola para vivir una experiencia comunitaria.... consigo mismo.

Pues bien, en el contexto de un capítulo en el que se ha pedido con insistencia recuperar la dimensión central de la Orden, se ha reclamado al P. General recuperar un poco el papel de guía.... pues lo ha hecho. Y de forma inesperada - para alguno casi ofensiva - se ha "atrevido" a proponer a las provincias europeas crear un lugar para el noviciado de todas las naciones de Europa.

No sabría juzgarlo con exactitud, porque me llama demasiado la identidad supra nacional, porque la mitad de mi vida la he vivido dentro del marco político de una europa sin fronteras y porque las dificultades de lengua o cultura - en mi caso - han sido siempre superadas sin especila dificultad. Por todo ello me ha parecido que, dados los números y la realidad de Europa, sería un paso hacia adelante.

Y lo cuento con una historia, que es la mía, y que es la de uno - de los muy pocos - que vivió la experiencia de hacer el noviciado en una comunidad de dos novicios, que sólo indignamente se puede llamar comunidad. Y porque había que cuidar distancias demasiado lejanas que llevaban a una separación aislantes, así como cercanías demasiado humanas que provocaban en corazones y mentes turbias y ajadas, sospechas y acusaciones enfermizas que pueden llegar a poner a prueba la capacidad humana y divina de perdonar.

Pero sobre todo lo cuento porque he estado en segunda línea en esta aventura del noviciado. Porque sé - que es distinto de creer o imaginar - si es o no difícil para un europeo vivir en europa, hablar una lengua de europa y hacerse un alma y un corazón con ciudadanos europeos.

Lo digo porque las guerras de religión y Carlos V y Napoleón y cualquier ofensa nacional vivida o recordada ha quedado tan hundida en el pasado que hasta la "manita" del Milan en el Bernabeu en el 89 ha dejado de doler.

Y los novicios de hoy desconocen de las políticas civiles y religiosas de los años antiguos, y gozan de habilidades sociales e internacionales que los frailes del siglo pasado sólo podemos soñar. Y además muchos de esos ex novicios lo han dicho explícitamente en una carta abierta pero poco escuchada  hace un par de años.

Supongo que lo que interesa es cómo se reaccionó. Pues se habló, se presentaron razones justas y necesarias de porqué las cosas están como están, es decir "en proceso". En resumen decir que se concluye que "es una cosa buena" pero el coste es tan alto que no se ve claro si merece la pena.

De todos modos, más importante que si andará o no el "signo" de comunión internacional, más importante que si será bueno o no, o si seremos capaces de hacerlo o no... que no me importa mucho, ya que - despedido e indemnizado con creces - tengo la suerte de reconocer que es cosa de otros (y en definitiva, también de Otro). Decía que más importante ha sido el hecho de que alguien sigue, como vigía, oteando el horizonte. Y que más allá del mismo y de siempre, se ofrecen otros caminos, utópicos, irreales y lo mismo poco calculados, pero que hacen de contrapeso a la postura estable del que recorre sendas trazadas y trazadas. Pues lo malo de los caminos hechos es que llevan siempre al sitio de siempre.

Hay quien pedía más "general", pues de vez en cuando hay quien escucha lo que pedimos. Y, salga todo como salga, que aún hay que reflexionar el lunes, vaya esto por donde vaya, al final será nuestro.

La unidad - como la comunidad - es fácilmente aceptable a nivel teórico, es algo más complejo encarnarla y realizarla, en gesto concretos, en opciones que reflejen no lo que quremos que las palabras digan, sino lo que las palabras, y sobre todo la Palabra, dicen. Y si cuatro muchachos peridos en Bélgica no tienen donde ir a hacer el noviciado, o tres en Polonia, o uno o dos que pasaban por las islas Británicas.... tal vez alguien tenga que ofrecerles un lugar para que experimenten al Dios que le llamó, y tendrá que dar a quien no tiene quién más tiene.

Sea como se, cumplamos un gesto de unidad o sigamos repitiendo lo de siempre; mareemos las ideas hasta que pierdan impulso o dejemos que la novedad nos seduzca; sea como sea, al menos hoy, por un momento, alguien ha propuesto abrir un camino nuevo. Es más, alguien ha propuesto ser él mismo quien abra el camino....

Ya os contaré si esto va.... pero está parado hasta el lunes, mañana otras cosas.
Después de todo, escuchad la canción que os dejo.... si queréis

http://www.brotesdeolivo.es/index.php?option=com_docman&task=doc_download&gid=499&Itemid=14

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Miércoles 22 - cuarto día

La mañana comenzó con una provocadora pregunta en la eucaristía: ¿qué le pedirías a Dios para ti, para tu Provincia y para la Orden, si el te ofreciera concederte algo?

Confieso que es una pregunta que me ha descolocado, porque a ciertas edades uno ya desear, lo que es desear se le ha olvidado un poco. De todos modos la enseñanza estaba en saber pedirle a Dios equilibrio en la vida, entre las ansias y necesidades personales y el plan de Dios.

La sesión de la mañana se dedicó a reflexionar sobre nuestra realidad como "signo profético". Y se dijeron algunas ideas que me llamaron la atenciaón:


- para ser signo hay que ser visible
- uno auténtico signo profetico es la disponibilidad de ir y actuar donde haya que hacerlo
- debemos recordar que cada hermano tiene la responsabilidad de ser testimonio para sus hemanos
- A veces es la fuerza de la inercia nos impide progresar
- Quizás ya no es tiempo de buscar ser un signo para la gran masa, para toda la ciudad, ya que los medios de comunicación nos han ganado la partida.  Nuestro objetivo es se signo en nuestra comunidad concreta, en el barrio,... [Siin duda es de este modo como ganaremos la partida a los medios de comunicación, ya que no hay periódico o telediario que pueda superar el contacto personal, uno a uno, la experiencia personal concreta. Es más trabajoso y se ganan batallas una a una.... pero son los tiempos]
- La gente busca de nosoros que seamos gente interesada en Dios. En un mundo en que tanto se hace por "el interés", nuestro interés es Dios, y no el dinero, ni la mujer, ni nuestros proyectos.

Fueron palabras profundas, de una mañana en la que seguíamos oteando y saboreando el aroma del sueño que Dios tuvo sobre nosotros, y de alguna forma nos dejamos con sencillez embriagar de su aroma y su belleza, casi nos dejamos arrastrar por la hermosura del proyecto puesto en nuestras manos.... vamos, que da la impresión que seguimos creyendo en lo que somos.

A mí personalmente aún hoy me sigue seduciendo de forma arrebatadora - no sólo por la belleza, sino también por la fuerza irreflenable (Jer 20,7) - y quizás en resumen sea esa la razón que me trae aquí, a la otra parte del mundo. Aún así, me daba la impresión de que algunas de la expresiones que oía eran ciertas pero usadas, quizás gastadas. La reflexión sobre la necesidad de los signos y la exigencia de un mundo que ya no ve a Dios ni tan sólo sabe hacia dónde mirar provoca compartir ese grito, incluso reconocernos llamados a ser respuesta a esa necesidad de saber hacia dónde mirar.

Pero la expresión sobre el "signo profético" quedaba en mi memoria encuadrada con los pantalones de campana y los estudiantes armados con adoquines, con el pescador que conserva el anillo pero vende la tiara, con la menuda mujer que limpia llagas de leprosos. Tenía olor de libertad y elecciones nuevas, sabor metálico de correr delante de los grises, y textura de greñas y vestimentas alternativas. 

Quién lee atentamente los libros proféticos - y la repetición del esquema en la tradición sinóptica y especialmente en Juan - descubren que las "acciones de los profetas" son reflejo de lo que dice la Palabra, de esta forma ayudan a comprenderla y a fijarla en la memoria. Son un argumento "retórico" para que el discurso sea comprendido y entendido, o bien son un modo de despertar la atención. Así cargar un yugo, abrir un boquete en la pared, romper una jarra..... son acciones proféticas, como lo son proclamar dichosos a los marginados y perdedores, repartir el propio pan para que hagamos lo mismo en memoria, ofrecer el vino nuevo de las bodas nuevas.

Más que signos proféticos son "gestos proféticos". Puntuales y llamativos. Tal vez lo que buscamos es que nuestra vida se convierta en alternativa a la mentalidad dominante, en una "opción contracultural" que se concreta en acciones que se manifiestan por seguir una mentalidad distinta de la mentalidad dominante, por se consecuenca de ver y valorar el mundo con ojos nuevos, los ojos de Dios. 

Y sin embargo, nuestra vida puede ser también "experiencia de Dios, oasis del Reino". La fraternidad generada por el Espíritu permite que la experiencia de humanidad renovada - que vive el perdón y la comunión - se manifieste en gestos, acciones, actividades, relaciones, balances, evaluaciones, criterios, opciones que muestra algo que se ve y permiten intuir algo que no se ven, que son de este mundo (y eso se ve y se nota) pero siendo también de otra ciudad. Nuestra vida puede ser "signo sacramental", y por eso mismo ser presencia del Reino, aunque aún no sea pleno.

La otra idea que habría completado de haber tenido voz.... es que nuestra dimensión profética nos viene por el bautismo, en que somos ungidos "profetas". Y es cierto, somos "voceros de la Palabra", pero también se unge a los niños como "sacerdotes" y así son puentes entre Dios y los hombres.... y se unge "reyes", y son por tanto "guías para el pueblo".... pero quizás esto es un jardín que me aleja de la narración del día.

La disgresión anterior me la permito por dos motivos. El primero es que esto no es una crónica oficial ni oficiosa, que yo no soy nadie más que el tipo de la guitarra - among many other skills, como dice John - y otros escriben la crónica de lo que aquí pasa. Yo dije que escribiría lo que "a mí" me pasa. 

La segunda razón es que ya que paso el día diciendo las palabras de otros, este rato en el silencio de la noche, en la soledad, también tengo mi terapéutico derecho a decirme lo que me apetece.

De todos modos era una excusa para poder decir ahora que el encuentro de la tarde me lo he perdido, por trabajo y sobre todo por gracia de Dios. La tarde se dedicó a reflexionar sobre la colaboración entre las distintas circunscripciones de la Orden. Claro que la fotocopiadora decidió no andar "fina" a la misma hora.... y la wifi hacía de las suyas... y quizás Dios quería prevenirme de más cicatrices en el corazón.

La clave de cómo fue la tarde me la dieron Robert y Hyancinth, Hermanos venidos de Kenia y Nigeria respectivamente, mientras saboreábamos un Bloody Augustine un tanto empalagoso (el cocktel de hoy, primo carnal de Bloody Mary... .pero corto de vodka). Su mirada africana y su mirada de provincias nuevas habían observado la asamblea de la tarde con perpleja atención. Había habido un cambio importante en las intervenciones, en la densidad de las frases dichas, de las ideas compartidas. De alguna forma el paso de lo teórico a lo concreto había adormecido la elocuencia.

En cierto sentido, confrontarnos con la realidad de la colaboración es una consecuencia lógica después de haber recordado nuestra identidad como "alma una", la dimensión universal de la Orden, aunque concretada en la comunidad local, y la exigencia de ser un signo de un Reino nuevo. Pero al confrontarnos, como ocurre ante un espejo, con la colaboración - que no sólo es una oportunidad o una conveniencia, sino sobre todo es una exigencia de nuestra identidad - igual que ocurre ante un espejo, se nos devuelve la realidad tal y como es, de hecho tal y como la hacemos.

Me venía a la memoria una de las oraciones de estos días.

“En la tierra somos viajeros, siempre en camino. Esto quiere decir progresar: dar pasos hacia adelante. Te desagrade siempre lo que eres, si quieres conseguir lo que no eres. En realidad, en donde te complaciste en ti mismo, allí te quedaste. Si luego has dicho: Basta, además has perecido. Añade siempre, avanza siempre, progresa siempre. No te pares a lo largo del camino, no retrocedas, no te desvíes” (Serm 165,15,18)




Pero no quiero hablar de la unidad, porque hoy es ya un día sagrado y ya me he causado mucho dolor por ello. Sí quiero recordar algo que decía Bob mientras en la noche degustábamos el fin del día como excusa para estar un rato juntos. Decía que a veces le da la impresión de que usamos nuestra identidad, nuestra espiritualidad agustiniana como algo de lo que enorgullecernos, de lo que sentirnos orgullosos, pero después nos falta el coraje para encarnar lo que las palabras significan.


Por eso fue su mirada, africana y joven, sin historia remota, sin grandes monasterios que honrar, héroes que renombrar, ofensas de honor que perdonar o herídas fraternas que sanar, ellos, libres de lastres y audaces le explicaban a este Lastra porqué esta tarde se había temido hablar de lo personal, de lo concreto, de lo cercano. Y yo podía añadir - pues sí conozco las heridas, las ofensas, los héroes y los monsaterios - que el pasado y las opciones nuestras y de otros pesan, que el tiempo parece repetirse, que las barreras separan, pero resultan cómodas porque dan seguridad. 




Son ellos los que me han inspirado el final de esta nota, ahora que es de madrugada y que me han dicho que no soy el único en no dormir.... (creí que sólo era mi conciencia la intranquila...)

Termino con algo poco ortodoxo. Es un pequeño desafío o un estúpido sueño de críos...
La cuestión es unir los siguientes 9 puntos cuatro líneas (con cinco líneas  lo hace cualquiera.....) y sin dejar fuera a ninguno, evidentemente.
Mañana la respuesta, si nadie la encuentra, (y si la encuentras, por favor, no la digas, no quites "magia")

Que paséis un hermoso día de Santa Tecla, patrona apócrifa de la informática (que es lo que me hace "existir")

martes, 21 de septiembre de 2010

Martes 21 - Tercer día

Este día de San Mateo nos devolvió a la experiencia de la llamada de Jesús, de hecho una llamada que es una invitación a un banquete, un convite. Como hace Mateo en el evangelio, la llamada es a compartir la vida también con los despreciados de la sociedad. Estamos invitados a participar del banquete del Reino, en cierta medida, a realizar el banquete del Reino


Tras las presentaciones de ayer, la jornada de hoy se ha dedicado de lleno al trabajo del documento del capítulo. La metodología consiste en dialogar en pequeños grupos para después poner en común en asamblea las ideas presentadas. Habrá una comisión de redacción que preparará un documento final que se enviará a todas las comunidades para que sea leído y reflexionado. En cierta medida el documento final es más bien un documento inicial de un período de reflexión sobre la identidad de la Orden que nos llevará al Capítulo General de 2013.

Un elemento importante a no olvidar es que esta reflexión no es sobre "cuál es" nuestra identidad, ya que la conocemos y la hemos estudiado y escrito en decenas de libros. No, la reflexión es cómo expresar hoy esta identidad y como hacerlo aquí, donde aquí supone cada uno de los lugares en los que la Orden se hace presente.

Por eso la primera parte de la reflexión que nos ha llevado toda la mañana, ha girado en torno a la realidad de la comunidad local. Se ha vuelto a repetir la acertadísima expresión de Theodore Tack: "La comunidad es el primer apostolado" y se han hecho profundas e ilusionantes reflexiones sobre la capacidad de nuestras comunidades de ser un signo de unidad en un mundo que proclama la división. [Quizás volvamos a incluir la frase de marras en las Constituciones.... ]

En esta línea de ser signo de unidad, se nos ha recordado cómo la Provincia de Nigeria ha hecho la opción de aceptar candidatos de distintas regiones y tribus, lo que supone un signo en un país marcado por diferencias étnicas importantes.

La tarde tenía una reflexión centrada en la dimensión universal de la Orden, una característica esencial y novedosa a las órdenes mendicantes en el momento de su fundación. Se ha reconocido el peso del provincialismo que nos hace "provincianos" y se han recordado momentos en los que hemos levantado muros sobre nuestras regiones y modos de hacer que nos han permitido vivir en ciertas seguridades.

Hay un complejo equilibrio entre la unidad que da la universalidad y la particularidad local, fruto de la inculturación - o más bien encarnación - de la experiencia agustiniana en un lugar concreto, con una cultura, necesidades y personas determinadas. En ocasiones la identidad local ha devorado los elementos de identidad universal y común a toda la Orden, entre los que están los signos externos de identificación (vestimentas, oraciones, santos, tradiciones,...). Pero por encima de ellos está el signo identificativo que manifiesta la forma particular como la experiencia de Cristo Resucitado se encarna en la vida de la Orden y se traduce en una forma particular de buscar a Dios, de escuchar y enseñar la Palabra, de comaprtir la vida con el necesitado y el prójimo. La forma peculiar de vivir el evangelio en nuestra tradicion - que englobamos con el término "espiritualidad agustiniana" - mantiene un núcleo común aunque se adapte a situación concretas.

Locales y Universales. Quizás en un tiempo hemos subrayado la experiencia local y la subsidiariedad e independencia de las regiones e incluso de las casas. Ahora llega el momento de recuperar la dimensión universal, encontrando formas nuevas de mostrar que la Comunidad a la que pertenecemos no es la local ni la provincial, sino que nuestra pertenencia es a una Orden y que, por tanto, el destino de cada comunidad está intrínsecametne ligado al de otras. Es necesario encontrar modos de expresar esta unidad por encima de las barreras.

Algunas frases de la tarde:
- "queriendo seguir más íntimamente a Cristo" es el origen del impulso que nos lleva a vivir juntos, a buscar a Dios juntos y a predicar el evangelio juntos.
- "el pasado debe ser un trampolín y no un sofá"
- "algunos institutos confunden unidad y uniformidad"
- "cuando se dan pasos en estructuras de colaboración hay que cerrar la puerta detrás", en referencia a algunos casos en los que, tras unos pasos de colaboración, algunos han decidido volverse atrás.











Si miras de nuevo las fotos es posible que te fijes en algo peculilar..... efectivamente, en la sesión de la tarde los Hermanos nos pusimos el hábito, de color negro o blanco, como es costumbre en al Orden. Quizás eso de que "es costumbre" se podía discutir. Pero el gesto ha sido de unidad, de obediencia y de autoridad. Explico el porqué.

En uno de los momentos del día, hablando sobre el equilibrio entre la universalidad y la particularidad local, alguien que se echa en falta a veces una autoridad mayor por parte del General: "debemos dar más autoridad al General" creo que fue la expresión. Los expertos en derecho nos explicaron en los pasillos que al General no se le puede dar más autoridad jurídica que la que tienen que es prácticamente toda.

¿Entonces? Entonces, existe otro modo de dar autoridad. Y de forma clara hemos tenido un ejemplo esta tarde. El cardenal de Manila, su eminencia Gaudencio Gonzalez, había aceptado nuestra invitación de compartir un momento de oración con el Capítulo. Por ese motivo el P. General indicó que trajéramos el hábito, y todos aceptamos su indicación y nos pusimos el hábito para rezar. Con completa normalidad.
Quizás no se vea aquí ni obediencia, ni autoridad, ni se considere que el gesto de unidad sea tan significativo. Si vivierais la situación de una asamblea en la que cuatro o tres o dos llevan el hábito y los demás visten de calle, comprenderíais que el gesto de unidad queda más patente cuando el gesto lo hacen todos. Recibíamos al obispo de la región y una forma solemne - o formal - de encontrarnos con él era usando un signo por el que se nos reconoce, y que en esta región se usa bastante. El P.General es el presidente del Capítulo, es el que coordina y considera que lo apropiado es usar el hábito. Por supuesto que es discutible y que se podría haber generado un debate y una votación sobre la necesidad o no, sabiendo que el hábito no es más que un signo externo que no define la consagración, aunque sí es cierto que la indica. Otra opción es apoyar el criterio de quien tiene la responsabilidad de organizar la asamblea, adaptar nuestro criterio al suyo, en algo que no era esencial, que requería una reacción rápida en el tiempo.

Ese gesto de acompañar su intuición o su criterio es un gesto de obediencia. No porque se haga algo que desagrada o algo que se tenga que hacer, sino porque se es solidario con quien tiene la responsabilidad, se confía en su criterio y se eapoya. Evidentemente, si fuera cuestión más seria, habríamos hecho un discernimiento, una reflexión. Pero usar o no el hábito no puede requerir el esfuerzo de cerrar una casa o abrir una misión.

El hecho de ofrecer confianza, de realizar un gesto en el que se apoya una idea o una decisión es también dotar de autoridad a la persona responsable.

Ha sido un gesto quizás demasiado simple, de poquísimo esfuerzo, pero que lleva dentro la dinámica poderosa de la obediencia y la autoridad. Realizar gestos concretos que expresan la confianza en el criterio y la intuición de la persona responsable, su apoyo práctico. En definitiva es querer a quien tiene una tarea, quererle bien y acompañarle en el desempeño de la misma,

lunes, 20 de septiembre de 2010

Lunes 20 de Septiembre

Segundo día de capítulo.

Ayer calentamos motores, invocamos al Espíritu Santo y comenzamos a remover los rescoldos de nuestros corazones con la memoria de las gestas de los que nos precedieron.

Esta mañana de lunes, memoria de los mártires de Corea, la Palabra de Dios nos esperaba en la Eucaristía con la advertencia de que sólo un necio, un cretino o un mediocre guarda la luz bajo la cama o el celemín. Sólo quien cree que ya posee la verdad se cierra a la posibilidad de contemplarla, o de ser contemplada por ella.

Un desayuno dinámico y comienzo de la primera sesión de la mañana. Tras la batalla con la técnica por fin tenemos traducción simultánea - vamos, que me ha tocado trabajar. El provincial de Cebú nos ha dado la bienvenida en nombre de la Provincia y después el P.General se ha dirigido al Capítulo para presentar una serie de reflexiones sobre los desafíos que Asia presenta a la Orden y sobre la importancia de ser "quienes somos", basado en la vida común, la doble dimensión contemplativa y activa, la opción por el desfavorecido y el ardor por anunciar el evangelio hasta los confines del mundo. Los modelos volvían a ser Martín de Rada, Andrés de Urdaneta y sus audaces compañeros (alguien nos recordó que todo lo empezó un cierto Tomás de Villanueva de la muy gloriosa provincia de Castilla.....). Siguiendo su valiente respuesta a la voz del evangelio y el grito de los hombres se nos preguntaba, haciendo eco de la homilía de ayer, si tenemos una disposición a conervar loque somos o a abrir nuevos proyectos y sueños.


Después tuvimos que lidiar con elementos menos elevados y aclarar algunos aspectos prácticos: aprobación de la metodología, del plan de trabajo, del horario...


Un breve receso y comenzamos a presentar las distintas regiones de la Orden, tanto en sus miembros como en sus acciones y desafíos. Como siempre la gente de Asia-Pacífico nos ha vuelto a dejar boquiabiertos, no sólo por su dominio de la técnica - ¡menudo vídeo que han hecho! - sino sobre todo por el gran crecimiento y los frutos que ha dado la audacia de quienes se atrevieron a abrir caminos impensables, como que unos americanos se instalen en Japón, precisamente en Nagasaki tres años después de lanzar la bomba, o que cuatro osados ingleses y australianos decidan que Corea parece un buen lugar para dar la vida. Hoy Japón, Corea, India, Papúa... son realidades casi autónomas.

Y así se fue mostrando la audacia que el espíritu misionero ha impulsado en la Orden tanto en América del Norte, como en África, como en América del Sur. Memoria para agradecer y para responder con el mismo coraje aunque por caminos nuevos, pero siempre audaces.

Se nos acabó el tiempo y, tras la oración, disfrutamos de una comida fraterna en la que - ¡por fin! - se acordaron de preparar pan y café además del omnipresente arroz.

Tras un ligero descanso continuó la presentación de regiones, con la más numerosa y compleja de todas, la región europea, en la que la audacia por encontrar nuevas respuestas a las eternas preguntas no tenía la forma de épicas gestas sino de humildes intentos de descubrir nuevas sendas en el tupido bosque que es la compleja espiritualidad material europea. Así intuiciones como volver a ser "mendicantes" de personas o preparar misioneros extranjeros para Europa van tomando forma, al mismo tiempo que en otras latitudes se derriban murallas y cimborrios seculares para empezar a construir juntos. Claro que el papel lo aguanta todo.... otra cosa es el día a día.

El final de la tarde estuvo dedicado a tres proyectos quijotescos: la formación de la provincia de Brasil, la situación en la delegación de Cuba

En general creo que Urdaneta se habría sentido cómodo entre esta gente.

Mañana habrá más, pero hoy se me queda una frase rondando, algo que he leído hace algunos días.... más bien una pregunta: ¿este es un tiempo de epopeyas o de fraternidad?.... sí, claro que las dos cosas, pero ¿épica o fraternidad?

La respuesta sobre el tiempo tendrá que esperar al viernes.... me temo

domingo, 19 de septiembre de 2010

Tornaviaje

Ha habido algo significativo en la celebración de hoy: la referencia a Andrés de Urdaneta.
Hace dos años se celebraron los 500 años de su nacimiento, y su memoria se ha reavivado, especialmente aquí en intramuros donde vivió y donde reposa Legazpi, su compañero de viajes.

Su vida es digna de una miniserie de televisión, pero en el día de hoy su memoria ha estado marcada por el "tornaviaje", por haber sido capaz de encontrar una ruta que nadie conocía y que unía filipinas y méjico en viaje de vuelta. Algo que marcó una diferencia importante en el comercio y en el desarrollo de Filipinas.

Pero como agustino su referencia nos recuerda el coraje a emprender caminos nuevos, no trazados. En cierta medida, a vivir sueños y hacerlos realidad. El P.General lo mencionó en su homilía y ha estado presente. Un Capítulo es un tiempo de otear utopías y aventurarse en pos de metas sólo a la altura de corazones grandes como el de Dios. Heroicidad y tenacidad, como en la imagen de Urdaneta y su triunfo donde todos fracasaron.

Te dejo un poema que le recuerda y le honra en su pueblo natal, el poema del hombre que regresó, de la aventura que merece la pena ser contada. Vidas vividas de tal forma que merece la pena ser contadas.


Fue un hombre que regresó.
La gente puede regresar triunfante o derrotada,
puede regresar rica o pobre,
puede regresar por casualidad,
puede regresar por nostalgia,
puede regresar para reclamar una herencia,
puede regresar para morir.
Fue un hombre que regresó,
un hombre que simplemente regresó.

¿Qué tesoros trajo a la vuelta?
¿Qué especias encntró en campos lejanos?
¿Cuantos puertos conquisto?
¿Cuántos barcos abordó?
¿Sescuestró a la hija de algún gobernador portugués?
¿Escapó de los caníbales?
Fue un hombre que regresó
y la respuesta fue él mismo.

Ni oro, ni plata, perlas o maderas preciosas.
Sus arcas estaban vacías,
llevaba su tesoro bajo los brazos:
papeles, notas, memorias,
la historia de cómo se hizo amigo del viento,
la alchimia del regreso imposible.
Fue un hombre que regresó a narrar su historia

Fue un hombre que regresó, y el viaje en sí mismo fue su carga.
Esto es lo que le hizo un descubridor,
no porque fuera el primero en llegar,
si más bien porque la suya era una aventura para ser narrada.
Fue un hombre que volvió,
para probar que era posible regresar.

El grumete ya no canta,
sólo silva el viento.
El vigía ya no sube en alto,
sólo la luna descansa en el mástil,
Pero el hombre continúa con sus cálculos
como un Copérnico de los mares.
Fue un hombre que volvió
con una nueva sabiduría que contemplar.

Ratas, escorbuto, hambre,
clavos torcidos, mástiles rotos,
compañeros muertos arrojados al mar
como centinelas del viaje.
Nada puede hacer volver atrás.
a quién había burtlado al viento,
Fue un hombre que regresó
regresó para narrar su aventura.

Fue un hombre de su tiempo,
Andrés de Urdaneta, pirata de las estrellas,
navegante de los mares.
Nacido en estas montañas,
sí vivió en estos mares montañosos.
Un excepcional gigante con la espada, la cruz y la ciencia.
Fue un hombre de su tiempo,
que hizo progresar su tiempo.

Fue un hombre de su tiempo,
que escuchó contar en estas montañas,
que allí, tras el mar, estaba América.
No fue lo suyo el descubrimiento de nuevos mundos,
no fue lo suyo el subyugar naciones o conquistar tierras para el rey,
Si así hubiera sido nunca habría sido recordado por la bravura o por la crueldad.
Fue un hombre de su tiempo, Andrés de Urdaneta,
un humilde navegante, un heroe que regresó.

Fue un hombre que regresó,
para que otros pudieran partir a al aventura.




19 de Septiembre - Día primero


Este domingo nos hemos levantado con agilidad, porque tras el desayuno nos esperaba un viaje de algo más de una hora hasta el monasterio de San Agustín, en Intramuros, es decir, dentro de los muros de Manila. Allí debíamos reunirnos todos los participantes en el capítulo para la primera acción: la eucaristía del Espíritu Santo, Así que nos subimos al autobús y nos fuimos de excursión, aprovechando el viajecito para ponernos al día los que hacía años que no nos saludábamos

El primer acto del capítulo es un acto de reconocimiento explícito sobre quién es el Señor de nuestras vidas. Y la celebramos en un contexto especial. El convento de intramuros data de finales del siglo XVI y es la primera casa que los Agustinos edificaron aquí y por tanto es testigo de las aventuras vividas por la Orden en Asia.

Además, la celebración había congregado a toda la familia agustiniana en la región. No sólo las cabezas pensantes del capítulo, sino también los estudiantes de las dos provincias que están en filipinas, las hermanas de vida contemplativa, las agustinas de la consolación e innumerables laicos miembros de una forma y otra de la familia agustiniana.

La liturgia fue muy cuidada, y todo la gran asamblea acogió con cariño tanto los cantos como la Palabra proclamada como la homilía del P.General en la que desglosó una verdad de las más sencillas del evangelio "no podéis servir a Dios y al dinero" al tiempo que ofrecía elementos concretos para comprobar quién es nuestro verdadero Señor al que servimos.

Tras la eucaristía comimos todos juntos en le jardín del monasterio. Después regreso a la casa de reuniones de la hermanas agustinas de la consolación donde todos ocuparon sus habitaciones y nos tomamos un descanso para tener a las seis la primera reunión. No fue una reunión muy formal, simplemente explicar el horario, repartir carpetas, comprobar que la técnica aún no la tenemos afinada e ir calentando motores para la jornada de mañana.

Las vísperas, la cena y un rato de comunidad, de internet y de trabajo en secretaría concluyeron la jornada de hoy. Mañana empieza el trabajo de diáolo y reflexión.


El intenso fin de semana

Se me amontona el trabajo y se hace tardísimo cuando regreso a internet... hoy es ya una hora prohibitiva, pero antes de acostarme quería dejar constancia de algunas cosas que han pasado en este largo fin de semana.

El viernes algunos de los Hermanos llegados a Filipinas fuimos a visitar una antigua "hacienda", donde conocimos algo más de la cultura filipina, su música, sus comidas..... y su aterrador tráfico. Podría dejaros fotos del momento de la comida en el río, de las danzas o del viaje en Caribu.... pero el momento más memorable fue el regreso al Seminario, donde nos acogieron para cenar, después de cinco horas interminables de coche en las que "cantamos y caminamos". Con voluntad y con serenidad aprendimos a cantar en swahili y en ningala.... y al llegar celebramos la eucaristía.

Estábamos siete agustinos, de siete países y cuatro continentes., es la experiencia más importante del capítulo, la diversidad y la unidad, la pluralidad de formas que manifiesta nuestra única unión.

El segundo momento intenso del fin de semana fue la profesión solemne de la Hermana Agnes, del monasterio de la Madre del Buen Consejo, en San José del Monte, en Bulacán. La novedad no sólo está en que alguien decida dedicar su vida totalmente a Dios, y que lo haga en la Orden de San Agustín - lo que ya es algo extraordinario - sino que Agnes es la primera Hermana coerana de la Orden, y profesó en un monasterio que se fundó hace diez años casi como respuesta a un sueño, a una intuición o a una aventura. Fue un momento importante para renovar la fidelidad a aquél que nos llamó. Utilizó la lectura del libro de los Reyes en la que Elías marcha en busca de Dios al Horeb.... y le encuentra en la suave brisa. El P.General exhortó en la homilía a recordad la importancia que la dimensión contemplativa tiene en la vida cristiana y específicamente en la vida agustiniana.


Así que el viernes y el sábado viví experiencias de fraternidad plural y difusa de la Orden, me sentí cerca de quienes estaban muy lejanos.... y esa, junto con una larga noche de traducción, fue la preparación inmediata para comenzar con el Capítulo General Intermedio