La reflexión del Qohelet sobre los tiempos cíclicos y alternos, sobre el hacer y deshacer, fue leída desde nuestra capacidad de interpretar el tiempo en qué vivimos y descubrir si es de recoger piedra para protegernos en muros elevados o es tiempo de arrojar piedras para deshacer nuestras barreras.
La sesión de la mañana iniciaba con la siguiente oración
Oh Dios, para quien todo sentimiento está patente,
y a quien habla toda voluntad,
y para quien ningún secreto queda escondido,
por medio de la infusión del Espíritu Santo
purifica los pensamientos de nuestro corazón,
para que podamos merecer amarte perfectamente
y cumplir siempre tu voluntad.
Con estos buenos sentimientos nos dispusimos a "dar un repaso" al Consejo General sobre las acciones que les fueron encomendadas en el último Capítulo. Para no aburrir, cada consejero fue pasando y explicó lo que se había hecho en su respectiva área. Después hubo un brevísimo turno de preguntas, con lo que los consejeros pasaron el trago con poquísimo sufrimiento. O estábamos convencidos, o estábamos compasivos, o estábamos de weekend. De todo lo que se presentó destaco la importante acción para la JMJ de Madrid, con la exposición de San Agustín y el encuentro de agentes de pastoral juvenil. El curso online de formación agustiniana (aún se admiten inscripciones en http://osacuria.org/CursoFormadores.aspx) También el curso de espiritualidad agustiniana al que se insitió que se apuntara más gente
(la información en http://www.osanet.org/events/default.asp?IDEvent=12)
Después de ellos, el ecónomo general explicó un poco como funciona en lo práctico la comunión de bienes, que ha permitido, entre otras cosas, construir los tres colegios de Africa, o la clínica de Babadogo, así como permitir que algunos hermanos de regiones poco favorecidas puedan tener formación en Roma.
La mañana termió con una cierta inquietud y alegría, porque, tal y como hacía Dios al comienzo de la Biblia, al aterdecer, cuando comenzaba el séptimo día, descansó. Por eso nuestra tarde ha sido serena.... nos hemos dedicado a dar una vuelta por la isla (las fotos como siempre en http://picasaweb.google.com/frgumer/CGI2010Filipinas?authkey=Gv1sRgCJrdqM7gutjhfQ&feat=directlink)
Lo primero que visitamos fue visitar una iglesia de los agustinos en la que en 1897 se firma la primera constitución filipina.
Estuvimos visitando el museo, en el que ser recuerda en primer lugar la presencia de los agustinos en la iglesia, con todo un almacén de recuerdos religiosos que a nosotros nos recordaban mucho los desvanes de Valladolid o La Vid.
Luego una serie de salas explicaban el proceso de escritura de la constitución de independencia filipina, con un ritual un tanto macabro, usando la propia sangre para firmar delante de una calavera (si sumamos la presnecia de soles y triángulos.... alguno explicaba de dónde surgía la revolución.... pero el primer personaje del grabado llevaba traje talar.... total que no nos aclaramos).
Después nos pasamos por otra iglesia, también agustína, que ahora es la catedral de esta zona que se llama Bulacán. Estaba quemada y reconstruída, pero había un fuerte recuerdo de los agustinos por aquí. Para que veáis que somos gente de bien, al entrar todos hicimos una visita al santísimo y pedimos por las cosas de siempre.
Luego fuimos a ver una iglesia que había permanecido en pie en una región en la que un volcán había sepultado todo lo demás. La Iglesia quedó en pie, pero semienterrada, así que ahora ha quedado muy "bajita". Nos recibió el párroco con un gran cariño al saber que éramos agustinos....¡si es que aquí nos quieren bien y todo!.
Al regrear a casa había "sorpresa". Por muchos motivos - pero lo atribuímos al cumpleaños de Emmanuel y Michael - las hermanas agustinas de la consolación estaban esperándonos con un pequeños espectáculo de danza filipina, con música en directo (con cañas de bambú) para amenizar la cena y con un estupendo karaoke para entrentenernos hasta casi medianoche....¡noche de viernes!
Y corriendo a la cama, que mañana volamos al Santuario del Santo Niño del Cebú, una imagen probablemnte traída por El Cano y con certeza encontrada por la expedición de Legazpi y Urdaneta y que se convirtió en Santuario, la primera iglesia que los agustinos levantan en Filipinas. Es el lugar donde la fe filipina se concentra. Donde los agustinos han encontrado luz durante tantísimos añosRezaremos por vosotros y no creo que podamos blogear en estos dos días....Buen fin de semana