jueves, 23 de septiembre de 2010

Jueves 23 - quinto día

Tendría que tener acordes de quinteto de cuerda para escribir algo del quinto día. Me he dejado las notas en la habitación y trato de que los eventos del día se vayan organizando en mi memoria y en mi sentimiento.

Sin duda que la frase de marras de hoy tiene que ser :

""De esta manera, peregrinando entre las persecuciones del mundo y los
consuelos de Dios, avanza la Iglesia por este mundo en estos días malos" (18,51,2)."

Me iré explicando poco a poco. Lo primero es indicar que este día era especialmente sensible para mí, así que lo que voy a contar tiene más subjetividad de lo habitual. Lo segundo, que al haber tanta subjetividad, pido disculpas si queda algo oscuro lo que ha pasado "de facto".

La mañana comenzó con la eucaristía, con una lectura del comienzo del libro del Eclesiastés que recuerda que todo el esfuerzo en la vida, toda lucha, toda guerra, es tantas veces inútil, estéril.... en palabras del libro, vanidad de vanidades, o con una traducción más "viva", todo en la vida no es más que una inmensa pérdida de tiempo. Y en el contexto de un capítulo (es decir, reunión, tras reunión, tras reunión....) el lector de la Palabra, al terminar, no puede reprimir encoger sus hombros y mirar alrededor mientras repite "vanitas vanitatis".

Pero en la homilía alguien nos explicó que la clave está en saber mirar y comprender la vida, con la óptica de Dios. Y esto lo consigue el hombre y la mujer que "escucha la Palabra". Y aprende a mirar y amar el mundo como lo hace la Palabra.Un comienzo intenso que auguraba un día difícilmente imaginable.

La mañana se dedicó a trabajo por grupos sobre los retos que la Orden afronta hoy, lo que sirvió para retomar algunas de las ideas de los últimos días. Disciplinados con el trabajo que se espera de nosotros, el capítulo se centró hoy mucho en el texto del documento, en enriquecerlo, con sugerencias continuas de añadir textos de la tradición agustiniana y de los documentos eclesiales.

El almuerzo nos trajo uno de los gestos que explican por qué la Orden está aquí, y por qué seguimos estando....¡celebramos un cumpleaños!

Después de tanta reflexión sobre la identidad de la Orden, tanto pensar y hablar, tanto formular verbos y principios, tanto y tanto escucharnos unos a otros repetirnos frases conocidas - algunas dignas de ser filosofía de las mejores camisetas - después de hartarnos de definir y concretar los elementos de la comunidad como evento sacramental de la escatológica dimensión del Reino..... al final, lo que queda y cuenta es algo tan simple, sencillo y espontáneo como cantar cumpleaños feliz y soplar una vela. Algo que al mismo tiempo es escatológico y profético, porque es amar al hombre y su vida por lo que son para mí y son para Dios; algo anecdótico, pero al mismo tiempo definitivo, porque sólo con gestos de cariño se da existencia y valor a las personas.

Porque al final ¿qué hace falta para festjar un cumpleaños? Sólo agradecer a Dios la vida de esa persona, a la que quizás conoces desde hace sólo una semana, pero a la que miras como mirado y querido por Dios. Y después buscar una tarta, una vela y aprender a cantar "cumpleaños feliz" en media docena de idiomas. Y quizás comprar una bolsa de cacahuetes y hacer un regalo simbólico y al mismo tiempo valioso.

Pero decía al comienzo que el camino hacia el cielo se hace con los consuelos de Dios y las persecuciones de los hombres. Bien, persecuciones no es lo que ha habido, a mí me gusta "retraducir" el texto de la Ciudad de Dios y decir que es "entre las miserias de los hombres", entendidas como la debilidad y limitación de nuestro ser hombres, de nuestro saber, y en el caso concreto, de nuestro tomar opciones audaces.

En los últimos años se había hablado de la oportunidad de establecer un lugar para hacer el noviciado varias naciones europeas. Es una historia larga y compleja, pero digamos que se podía haber ido más rápido de lo que se ha ido, se podían haber tomado opciones más audaces que evitaran situaciones como que una persona se quede sola para vivir una experiencia comunitaria.... consigo mismo.

Pues bien, en el contexto de un capítulo en el que se ha pedido con insistencia recuperar la dimensión central de la Orden, se ha reclamado al P. General recuperar un poco el papel de guía.... pues lo ha hecho. Y de forma inesperada - para alguno casi ofensiva - se ha "atrevido" a proponer a las provincias europeas crear un lugar para el noviciado de todas las naciones de Europa.

No sabría juzgarlo con exactitud, porque me llama demasiado la identidad supra nacional, porque la mitad de mi vida la he vivido dentro del marco político de una europa sin fronteras y porque las dificultades de lengua o cultura - en mi caso - han sido siempre superadas sin especila dificultad. Por todo ello me ha parecido que, dados los números y la realidad de Europa, sería un paso hacia adelante.

Y lo cuento con una historia, que es la mía, y que es la de uno - de los muy pocos - que vivió la experiencia de hacer el noviciado en una comunidad de dos novicios, que sólo indignamente se puede llamar comunidad. Y porque había que cuidar distancias demasiado lejanas que llevaban a una separación aislantes, así como cercanías demasiado humanas que provocaban en corazones y mentes turbias y ajadas, sospechas y acusaciones enfermizas que pueden llegar a poner a prueba la capacidad humana y divina de perdonar.

Pero sobre todo lo cuento porque he estado en segunda línea en esta aventura del noviciado. Porque sé - que es distinto de creer o imaginar - si es o no difícil para un europeo vivir en europa, hablar una lengua de europa y hacerse un alma y un corazón con ciudadanos europeos.

Lo digo porque las guerras de religión y Carlos V y Napoleón y cualquier ofensa nacional vivida o recordada ha quedado tan hundida en el pasado que hasta la "manita" del Milan en el Bernabeu en el 89 ha dejado de doler.

Y los novicios de hoy desconocen de las políticas civiles y religiosas de los años antiguos, y gozan de habilidades sociales e internacionales que los frailes del siglo pasado sólo podemos soñar. Y además muchos de esos ex novicios lo han dicho explícitamente en una carta abierta pero poco escuchada  hace un par de años.

Supongo que lo que interesa es cómo se reaccionó. Pues se habló, se presentaron razones justas y necesarias de porqué las cosas están como están, es decir "en proceso". En resumen decir que se concluye que "es una cosa buena" pero el coste es tan alto que no se ve claro si merece la pena.

De todos modos, más importante que si andará o no el "signo" de comunión internacional, más importante que si será bueno o no, o si seremos capaces de hacerlo o no... que no me importa mucho, ya que - despedido e indemnizado con creces - tengo la suerte de reconocer que es cosa de otros (y en definitiva, también de Otro). Decía que más importante ha sido el hecho de que alguien sigue, como vigía, oteando el horizonte. Y que más allá del mismo y de siempre, se ofrecen otros caminos, utópicos, irreales y lo mismo poco calculados, pero que hacen de contrapeso a la postura estable del que recorre sendas trazadas y trazadas. Pues lo malo de los caminos hechos es que llevan siempre al sitio de siempre.

Hay quien pedía más "general", pues de vez en cuando hay quien escucha lo que pedimos. Y, salga todo como salga, que aún hay que reflexionar el lunes, vaya esto por donde vaya, al final será nuestro.

La unidad - como la comunidad - es fácilmente aceptable a nivel teórico, es algo más complejo encarnarla y realizarla, en gesto concretos, en opciones que reflejen no lo que quremos que las palabras digan, sino lo que las palabras, y sobre todo la Palabra, dicen. Y si cuatro muchachos peridos en Bélgica no tienen donde ir a hacer el noviciado, o tres en Polonia, o uno o dos que pasaban por las islas Británicas.... tal vez alguien tenga que ofrecerles un lugar para que experimenten al Dios que le llamó, y tendrá que dar a quien no tiene quién más tiene.

Sea como se, cumplamos un gesto de unidad o sigamos repitiendo lo de siempre; mareemos las ideas hasta que pierdan impulso o dejemos que la novedad nos seduzca; sea como sea, al menos hoy, por un momento, alguien ha propuesto abrir un camino nuevo. Es más, alguien ha propuesto ser él mismo quien abra el camino....

Ya os contaré si esto va.... pero está parado hasta el lunes, mañana otras cosas.
Después de todo, escuchad la canción que os dejo.... si queréis

http://www.brotesdeolivo.es/index.php?option=com_docman&task=doc_download&gid=499&Itemid=14

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