Lo primero es que quiero aclarar porqué no dije nada en los comentarios de ayer sobre los "candidatos a general" (como me dejabais en alguno de los comentarios). Lo he hecho por dos principios muy claritos. El primero es que mi objetivo no era levantar acta de lo que sucede aquí (eso que lo hagan otros). Pero la segunda razón, la más importante, es que la elección de general no es el tema más fundamental de un Capítulo General (aunque es importante) y creo que pensar demasiado en ello puede despistar de los temas importantes.
Así que os hablo de otros temas más importantes.... de terminología. Hoy se ha discutido de distintos temas importantes, y os presento algunos desde el punto de vista de los términos que usamos para hablar de las cosas. (nota.... esto es mi blog y mis reflexiones.... no son interpertaciones oficiales del capítulo)
Así que os hablo de otros temas más importantes.... de terminología. Hoy se ha discutido de distintos temas importantes, y os presento algunos desde el punto de vista de los términos que usamos para hablar de las cosas. (nota.... esto es mi blog y mis reflexiones.... no son interpertaciones oficiales del capítulo)
- Superior o Prior - Una de los primeros debates que han aparecido hoy por aquí ha sido el de si tenemos que llamar a la persona encargada de nuestras comunidades "superior" o "prior". Superior es el término técnico que se usa en muchísimos institutos religiosos. Es un término que genera el par "superior-inferior" dando la impresión de que tenemos escalafones dentro de la Orden. La prioridad de la comunidad y sobre todo el deseo de ser una sola alma choca con los "escalones".
Por eso algunos hermanos destacaban en el valor del término prior. Se entiende así "el primus inter paris", el primero entre los iguales. Así los criterios de responsabilidad se reparten también entre los paris, el criterio de obediencia se hace por solidaridad horizontal y, sobre todo, todos se encuentran ante el mismo desafío de la obediencia a Dios. - El otro término de discusión ha sido el de oblación y holocausto. Digamos que se discutía cuál de los dos expresa mejor nuestra consagración a Dios (especialmente la religiosa, más que la bautismal). Aparentemente oblación iba ganando terreno, sobre todo por el significado negativo que tiene el holocausto judío. Sin embargo, si echamos una mirada a la tradición bíblica, encontramos que las oblaciones son ofrendas que se hacen a Dios, de una parte de tus campos, de los frutos de la tierra, incluso algunas de ellas las entregas para recuperarlas en parte y así hacer un sacrificio de comunión con Dios. Y sin embargo, el holocausto es un tipo de ofrenda en el que se entrega todo, sin que quede nada, se consume todo hasta las cenizas.
Ha sido muy interesante recordarnos que nuestra entrega a Dios es como la ofrenda en holocausto, en la que no te dejas nada, lo entregas todo, sin reservarte ni tiempo, ni riquezas, ni proyectos, ni sueños, ni ambiciones, ... todo lo ofreces, para que Dios haga contigo lo que quiera.....