¡Empezó la fiesta!

Reconozco que el título es demasiado entusiasta para la hora de la siesta (¿alguien recuerda cuándo pude tener la última?) pero es que parece que hoy ha sido el día para que esto se cargue de ambientillo. Ya os había contado que el ritmo de trabajo es frenético, pero faltaba el aspecto de la sal y la pimienta. Hoy han comenzado las "interpretaciones" y con ellas espero que el diálogo sea más fructífero.

El motivo es doble. Por un lado y visto que ayer quedó claro que la mayoría quiere que el general sea el mismo (...miraban sorprendidos la falta de "estrategia política" del grupo español.... ¿qué problema tendremos, digo yo, en la nacionalidad de nuestro general?...), osea, superada la "tensión política" los ánimos se han relajado (y algunas susceptibilidades también)

Imagino que el hecho de pasar de discutir los orígenes históricos de la Orden a comenzar con cosas concretas "Espiritualidad y Consagración a Dios" nos ha dado posibilidad de tocar temas más candentes. Y a sugerir formas de comprensión.

La impresión general es que casi todos estamos de acuerdo en la forma de concebir la consagración agustiniana como "específicamente agustiniana" y esto desde la primacía de la vida común. Alguien decía que si la vida comunitaria choca con el servicio a la Iglesia es cuestión de hacer opciones y dar la prioridad a la vida comunitaria sobre cualquier otra cosa.

Me voy a la próxima asamblea.... pero os dejo las mejores frases de la jornada:

• "Con la castidad no tenemos ningún problema".... refiriéndose a la redacción del capítulo sobre la castidad... suponemos
• "Conocidos son los problemas que Agustín tuvo con la castidad.... así que seamos comprensivos".... ¡y quieren ponerlo en las constituciones!.....¿significa que hay que tener un hijo antes de ordenarse? (lo digo por imitar al MAgne Pater....

Luego os cuento más