sábado, 2 de octubre de 2010

Apéndice: 25 años no es nada

Llegamos justo para 
Quizás tenía que haber comenzado con Hamsahamida que debe ser algo así como gracias en Coreano. Ayer viernes un grupo de nosotros vinimos a Corea para celebrar los 25 años de presencia agustiniana.

Sólo os pongo un resumen del día y algunas fotos (las demás aqúi)

Fuimos llegando  durante el viernes, en viajes interminables desde Malolos al aeropuerto, luego el vuelo y luego el viaje hasta el lugar donde nos alojamos (y que confieso no tener muy claro, pero que está como a una hora al norte de Seúl)


El caso es que nos hospedamos en habitaciones modelo coreano. mesas bajas, ventanas de rejilla simulando a papel y bambú.... camas de madera con tabla por somier....¡y almohadas de tubitos de plástico! (algo así como macarroneas de plástico. xtrañas pero efectivas)


Pasamos la noche y de madrugada (el amanecer aquí es espectacular)  estábamos ya celebrando la eucaristía en inglés con añadidos del coreano. El P. Lucas, que fue ordenado en enero nos dirigió la oración.


Extraño desayuno (algas, coliflor picante, calamares secos... bueno, y café, pan y mantequilla) y nos encaminamos a un curioso programa de "inculturación". 








Primero tocaba ver el palacio real, que es una cosa imponente, con actores representando los movimientos de la corte... inculturados






Después fuimos a comer lo que llamamos fideos chinos pero que aquí lo llaman algo así como noddles. Curioso, sobre todo porque no usan tenedores....(John siempre se acuerda de llevar unos veinte para emergencias...).... inculturados con sensaciones diversas.

Después un poco de souveniring y recuerdos (llevo cerdos de la suerte). Más turistas que inculturados.

Y el plato fuerte de la tarde fue la visita a un templo budista. Aprendimos cómo funciona, los fundamentos de su fe y que en muchas cosas externas nos parecemos. Disfrutamos de una deliciosa cena vegetariana a base de plantas, algas y tofu y después nos prepararon la ceremonia del te, en la que nos explicaban que tomar el té se puede hacer como una ofrenda al Buda (algo así como camino hacia la iluminación) y hay que hacerlo con mucho cuidadín.

Aprendimos que se preocupan por toda vida, aunque hubo una curiosa discusión sobre si la experiencia del "mu" que es algo así como el vaciarse y quedarse en blanco, podría compararse con la experiencia de interioridad agustiniana. Los europeos se rieron de la comparació -quizás pensando que era mía - mientras que los coreanos propusieron el ejemplo después de una experiencia con monjes budistas. Tal vez el carisma de la Orden no sólo tenga varias lenguas sino también varias categorías mentales.

Pero sin liarnos mucho cogimos el metro - límpio, ordenado y con puertas dobles como los ascensores para que no te caigas en el andén - y llegamos a una parroquia en la que se celebraba un concierto para conmemorar los 25 años.

Música tradicional coreana que nos costó entedner y música clásica europea, árias y gregoriano, que disfrutamos profundamente. Una ejecución magistral por parte de una orquesta que se considera amateur.

Y vuelta a casa. Mañana toca acercarnos al paralelo 38.....¡qué miedo!
Y la eucaristía de acción de gracias por los 25 años

Si hay internet, contaré más cosas

jueves, 30 de septiembre de 2010

Jueves 30 - Concluyendo

Es el último día. Por eso la mañana ha sido algo distinta y la eucaristía la tuvimos por la tarde. Así que la oración de laudes no tenía una temática especial, más allá de la celebración de San Jerónimo.


La primera y única sesión ha consistido en la importante aunque tediosa tarea de leer las actas del Capítulo - lo que en mi caso suponía traducir la lectura de las mismas- por si algo había que adecuar. Dos pensamientos rápidos. En primer lugar, aunque sea jurídicamente necesario, alguien tendría que buscar otro método....¡porque es soberánamente aburrido!. La única cosa graciosa es que uno hace memoria de lo que ha pasado, aunque las Actas nunca reflejen lo que es comer Balot (mira aquí si te atreves) o la audacia que alguno tiene con el karaoke. (por cierto, que algunos pensamos que el karaoke lo inventaron los que no saben lo que es la bodega del pueblo donde ir a echarse unos tragos y unos cantos).


La segunda reflexión se ha producido en el tiempo de comentario a las actas, donde ha habido más intervenciones que ayer en la discusión de propuestas. Curioso que dediquemos más esfuerzo a que quede constancia de que un día cenamos con el cardenal de no sé donde que ha aportar mejoras a un proyecto de curso de espiritualidad.... también será que una se hizo por la mañana y otra por la tarde (de ahí que en los ministerios y bancos no se trabaje después de las 14 horas)


Evidentemente se aprobaron por mayoría absoluta y sólo quedóp firmarlas (véase la foto y reconózcase a los personajes)




Después no quedó nada que hacer más que comer y recoger cosas. Algunos marcharán esta tarde para no volver.... de momento.


Algunos alumnos de la universidad Regina Carmelo hicieron danzas y cantos antes de la comida y tuvimos ocasión de agradecer al personal de cocina sus atenciones.


Después, con horario filipino (se sale diez minutos antes de la hora fijada) nos pusimos en marcha.












La eucaristía conclusiva se celebraba en la parroquia de Santo Niño de Cebú, de Biñan, al lado del Colegio San Agustín del mismo lugar. 


Por cierto, el susodicho colegio hace una seria competencia al genuino Colegio San Agustín de toda la vida. El polideportivo era casi igual pero con escenario y hay quien dudaba de la comparación....




El caso es que donde no hay comparación es en el recibimiento. Bailes y una ingente cantidad de niños formados en dos filas con banderas y caras sonrientes.


Alfombra roja incluida y te helado mientras una buena muchacha nos amenizaba la velada......Me temo que no he visto muchas cosas así en mi tierra... ni tan sólo el cuadro dinámico musical.




Tras recuperarnos de la emoción nos dirigimos a la iglesia a celebrar la eucaristía de consclusión. Pero antes había sorpresa. Viejos compañeros, expertos en baloncesto y cantos varios, Pederito y Jonas, habían dejado su isla de Iloilo y se habían venido a Luzón a vernos y acompañarnos. 
Da gusto volver a ver a los Hermanos, después de tanto tiempo.


La eucaristía conclusiva reunió a los formandos de la provincia y el vicariato de oriente y a una gran cantidad de religiosos. Con una solemnidad propia del momento, con un cuidado y delicadeza en la liturgia exquisito celebramos la memoria de San Jerónimo y el final del Capítulo.


El evangelio del día nos recordaba la realidad del envio y la misión como un proceso de esfuerzo, combate y peligro.... como ovejas entre lobos. Con una imagen así bien se podía despedir a los voceros de medio mundo agustiniano.


La foto finis muestra todo pero no se nos reconoce a los de las segundas filas. 


Al terminar nos dieron una cena en el colegio para todos los agustinos y los miembros de la familia agustiniana. Profesores y padres y madres vestían trajes de gala filipinos y la escuela de danza realizó una representación breve y técnicamente soprendente que mostraba algunas danzas filipinas. Había visto otros parecidos estos días, pero los de aquí no tienen comparación.Podéis ver el himno del colegio aquí




Y ahora he vuelto al centro Barci a hacer la maleta. Todos están acostados. mañana madrugamos y salimos. Algunos para muchos destinos y otros haremos escala técnica en Corea, para celebrar los 25 años de presencia agustiniana allí.... Si hay internet, mañana os cuento más.


Y si no, aquí termina el Capítulo General Intermendio 2010

miércoles, 29 de septiembre de 2010

miércoles 29 - undécimo día

Celebramos la fiesta de los santos arcángeles, con una homilía matinal que nos ha recordado que el ángel no es más que el mensajero de Dios, así que nosotros compartimos con ellos esta característica cada vez que somos fortaleza de Dios, anuncio de Dios, medicina de Dios, compañía de Dios. Al mismo tiempo, si los ángeles contemplan cada día el rostro de _Dios, también nosotros desamos ver el rostro de Dios cada día.

Escribo a media noche de un día en el que se ha aprobado un documento sobre la unidad de la Orden que trabajaremos en todas las comunidades. Y se votaron y aprobaron las propuestas.

Mañana queda rcoger, aprobar las actas y tener la misa de clausura en el colegio de Biñan

martes, 28 de septiembre de 2010

Nueve puntos

Escribo un post breve para agradecer todos los comentarios escritos y, sobre todo, los lectores que no escriben - no es fácil registrarse y comentar un foro público - pero que leen cada día el "sentir" del capítulo. Alguien comentaba que no es muy "objetivo". Es cierto, esto es totalmente subjetivo, pero en cierto modo una visión objetiva de la vida no es una visión de la experiencia.

Me ha alegrado la respuesta sobre la identidad de la Orden como Hermanos, Hermanas y Laicos. Creo que muchos soñamos con vivir una vida de la Orden adecuada al tiempo y a las personas que Dios ha llamado ahora.

Dejé hace unos días una reflexión sobre cómo unir nueve puntos con cuatro líneas. Por si no lo habéis conseguido, os ofrezco dos soluciones



Imagen tomada de http://asterion.almadark.com/2007/05/09/los-nueve-puntos/











Tomada de http://www.webjam.com/psigeneral/tema17










Como véis sólo es cuestión de saber mirar fuera del esquema establecido, de buscar el modo de solucioanr los problemas más allá de las suposiciones (las líneas pueden ser curvas.... se puede sobrepasar el espacio del dibujo)

De un modo u otro, nuevos tiempos requieren nuevas soluciones, estructura y posiciones. Y para eso se requiere gente que puede pensar fuera de los esquemas, da igual si son jóvenes o viejos.

Más tarde os cuento el día completito que hemos tenido

Martes 28 - día décimo

Hoy celebrábamos la memoria de los mártires agustinos de Japón. Por eso la eucaristía la presidió el P. Tomás Masaki, duperior del vicariato de Japón. Habló sobre el coraje de los hermanos que le precedieron, especialmente de Tomás de San Agustín Jihoyo "Kintshuba", un héroe digno de una serie de televisión. Pero la palabra que centró su meditación fue "colaboración".

Y es que en Japón, en el siglo XVI, la evangelización se hacía mano a mano un sacerdote español y un catequista laico japonés. Algo que se ha repetido en Corea y en otros lugares y que nos ha servido como memoria y como recuerdo del importante papel que tienen los laicos en la misión de la Orden, no sólo como agentes subsidiarios sino como los verdaderos encargados de la tarea de anunciar el evangelio, tarea que tiene un componente ministerial y sacramental que es importante, pero que tiene otro componente tan importante que comprende todo aquello que lleva a realizar en la vida lo que se proclama en la oración y la celebración litúrgica. Así, en el Japón del siglo XVI, la Orden tenía estructuras que cuidaban del necesitado, que alimentaban al hambriento, que enseñaban al ignorante, que acogían, en general, a todos sin importarles la religión a la que pertenecía. Pero esas estructuras de la Orden no eran de frailes, sino de laicos, como la Cofradía de Nuestra Señora dle Buen Consejo, en Nagasaki. Y eran todos de la Orden y daban la vida por el evangelio todos, es más, los catequistas japoneses se la jugaban más, pues sus martírios solían ser más crueles y ejemplares.

Así que empezó uno de los días más intensos - para mí - del capítulo con esa "identidad" que viene no sólo de los frailes sino también de los laicos.

La mañana fue densa, porque tratamos dos temas distintos pero que nos presentaban realidades un poco nuevas, y por tanto difíciles de aceptar. El primero fue una intensa reflexión sobre formas de actuación en caso de problema de abusos. Aunque apenas tenemos casos en la Orden (y algunos, como el último, resultó ser una denuncia falsa) la gravedad de la situación aunque sea de un único caso nos obliga a tener las idesa claras, la cabeza fría y la determinación y el sentido de justicia para hacer lo que hay que hacer. Tolerancia Cero y asumir las responsabilidades fueron las consignas. 

En un clima menos tenso se pudo después hablar de otros elementos colaterales, como es la educación en la afectividad en la formación inicial y en la formación permanente y la necesidad de contar con apoyos de especialistas.

El otro tema de la mañana fue nuestra presencia y trabajo en las Naciones Unidas y la oportunidad de asumir un papel más activo, para lo que necesitaremos coordinar mejor nuestra acciones en pro de los derechos humanos. Se recordó que la promoción de los derechos humanos es una parte integral del anuncio del evangelio.

Una mañana tan tensa nos llevó a una tarde intensa en la que se discutieron las distintas propuestas presentadas al capítulo. Serán discutidas mañana, pero sí hubo una que tuvo especial significación.

Se presentó una propuesta que, partiendo del hecho de que la Orden está también compuesta por Hermanas de vida contemplativa, se ofrecían una serie de acciones para fortalecer estos vínculos y caminar junto a las Hermanas en el nuevo rostro de la Orden para el presente siglo.

Algunas frases que he destacado:

"son como el oxígeno de nuestra oración"
"queremos en nuestro país presencia de hermanas contemplativas"
"queremos mandar a nuestras chicas a que hagan una experiencia en conventos contemplativos"
"la importancia de la oración que ellas elevan por la Orden y la Iglesia"
"No podemos pretender que mujeres de este siglo entren en monasterios para quedar sometidas a una autoridad externa, sea del General o del obispo diocesano"
"Es urgente que se asegure una sólida formación intelectual de las Hermanas"
"ellas deben buscar su solución, podemos tender la mano y buscar juntos cómo podemos manifestarnos como agustinos en el mundos"

Un Hermano nos presentó su testimonio personal en el que, en su ministerio, las Hermanas de clausura han sido un elemento clave, llegando a decir que "los monasterio de clausura son parte de nuestra identidad como Orden". 

Varios Hermanos agradecieron al P.General afrontar el tema. Así que la asamblea manifestó un mayoritario apoyo a una propuesta en la que se incluye el compromiso de atender a las Hermanas cercanas al lugar donde trabajamos, incluir la vocación contemplativa en nuestros programas de pastoral vocacional, compartir la misión y buscar nuevos cauces de comunión. 

Un modelo nos lo ofrecía el monasterio de Mohon, donde el noviciado de los agustinos linda con el monasterio de las Hermanas. Se presentaron también los modelos de España, con las nuevas formas de entender la vida contemplativa (citando explícitamente el Monasterio de Talavera, con su legión de monjas, que a tantos capitulares ha sorprendido en las visitas a España de los últimos 20 años y, por supuesto, el Monasterio de Lecceto.

¿Y desde la mesa de traducción? Quizás lo primero en destacar es que había poco que traducir, ya que sólo hablaban los de lengua española. Que los países sin presencia de Hermanas clamaban una presencia mayor. Que los españoles e italianos estuvieron parcos a la hora de testimoniar la riqueza que ambos países tienen en los monasterios de clausura. Que de las tres Federaciones que existen, dos tienen asistentes relativamente jóvenes, profundamente preparados y con capacidad de consejo para guiar hacia modelos nuevos que respondan a los tiempos actuales. 

Pero hay algo que quiero decirte, algo demasiado personal. Este tema de la renovación de las monjas fue presentado al Capítulo General de 2001, donde se pedía ayuda a los Hermanos en el proceso de renovación. Yo entonces no sabía casi nada de nuestra vida y era un imberbe capitular. Allí la mayoría consideró una falta de respeto hacia nuestras Hermanas y una prepotencia paternal asumir nosotros la reforma de una vida que era de ellas. Sin embargo, había de fondo, en algún que otro Hermano, la cómoda convicción de que no era asunto nuestro. Alguien subrayaba que lo "nuesro" es la Orden de los Hermanos de San Agustín.

Es sólo semántica, pero el hecho es que somos los Hermanos de la Orden, como hay Hermanas de la Orden y Laicos de la Orden. Y la identidad de la Orden requiere de las tres ramas. Se ha insistido en la diferencia entre estas ramas y muchos otros miembros de la Familia. Pero lo más importante es que había un cambio de actitud de hace nueve años a ahora.

Las Hermanas Contemplativas son algo nuestro, algo que nos afecta, que nos preocupa, precisamente porque nos completa y nos enriquece. Por eso mismo se podían oír frases tan impensables hace unos años como que hay que comprometerse a hacerse presentes, que es indigno que sean otras congregaciones las que las asistan ministerialmente y, en un lenguaje más audaz, que no quedaría demasiado extraño que el capítulo contara con la presencia de las Superioras y delegadas de las Federaciones. (vale que esto sólo se dijo en círculos informales y pequeños..... pero vale también que los que asentían eran gente de larguísima tradición de gobierno en nuestra familia)

Así que el día comenzó recordándonos la presencia del laicado en al configuración de la Orden y terminó recordando la presencia, en esa misma identidad, de las Hermanas Contemplativas. Todo un avance y una declaración de intenciones

Por cierto que mi terminología de Hermanas Contemplativas es sólo para que quede claro que me refiero a OSA. Ni tengo la pretensión ni está en mis planes meterme a discutir qué es o que no es contemplar. A fin de cuentas yo soy un monje que siempre está de viaje, en una comunidad a la que veo virtualmente, con trabajos para los que no tengo contrato, con la estabilidad laboral del rocío y de la hierba de la mañana, aunque sé que es la misma estabilidad de los lirios y de los pájaros. Así que, si te ofendo o contrarío, perdona, pero seguro que no quería decir eso.

Y es más que tarde, tanto que es tarde hasta en España. Así que me voy a dormir.... Creo que ha pasado algo importante en una reunión nocturna, un paso que no se daba desde hacía tres años..... algo que he pedido con intensa oración, aunque no sé si ahora querré lo que vamos a recibir.... algo que es de Dios y que mañana, cuando me lo expliquen, ya os lo escribo....

27 de septiembre: día noveno

El día de la foto.

Quizás se podría titular así este lunes, en el que hubo que lidiar con el cansancio de los viajes en la peregrinación a Cebú.

La eucaristía de la mañana nos recibió con el modelo de la paciencia y confianza de Job (el Job del capítulo 1, no el del capítulo 3, para los que hemos leído el libro) y con una confianza renovada comenzamos el trabajo de la mañana.

Siguiendo la tarea iniciada el jueves, los grupos regionales, es decir, Europa, Estados Unidos, América Latina, Asia-Pacífico y África, dedicaron la mañana a terminar de perfilar acciones y propuestas a desarrollar en los próximos tres años. Al final de la mañana se comenzó a poner en común, y hubo que terminar dedicando toda la tarde a la tarea.

Se habló de muchos proyectos, algunos ya empezados, otros en proceso de desarrollo. Hay dos en particular que tuvieron un protagonismo especial: La misión en Cuba y el Noviciado común europeo. Ambos compartían el hecho de que, las respectivas regiones proponían no tomar ninguna decisión aún y enviarla al futuro, en OALA en cuanto a asumir las circunscripciones americanas una mayor participación en la misión en Cuba y en el Noviciado europeo (ya que se vio pronto que el noviciado de norteamérica debía seguir como hasta ahora) se pedía continuar los diálogos y consultar a los consejos provinciales.

El punto interesante reside en que, en ambos proyectos, hay decisiones previas tomadas. Por un capítulo general en el caso de Cuba y por los provinciales del sur de Europa en el caso del noviciado europeo. Por este motivo, lo que se estaba dejando caer en la sala era una curiosa dejadez en el desempeño de las funciones. Claro que el P.General, con más sabiduría y precisión, lo definió como "paradoja"

El concepto de Paradoja será uno de los que me llevaré del Capítulo y que añadiré a la definición del carisma de la Orden que me habéis oído citar con frecuencia: "Caos y Fiesta". Pues bien, también es "paradoja". Y lo es porque el martes pasado se pidió al general más intervención y autoridad y el jueves nos rasgábamos las vestiduras porque había tenido la "osadía" de presentar una propuesta (es decir, un tema de estudio, una sugerencia de discusión) a los provinciales europeos y norteamericanos. Paradoja porque el Capítulo Intermedio y el Capítulo General son los máximos órganos de gobierno de la Orden (igual que en las Provincias) y sin embargo hay la sensación de necesitar que los consejos provinciales refrenden las decisiones. Paradoja porque nos llenamos la boca de palabras sobre unidad y el corazón con deseos de comunión y luego nos empeñamos con ahínco en destacar los elementos que nos separan. Paradoja, finalmente, porque usamos las necesidades económicas como argumento central para definir un proyecto, cuando la realidad es que nuesros bolsillos aguantarían más de uno y más de dos sablazos. Como se ha comentado en el Capítulo, paradoja, porque leemos la biblia y hablamos de los pobres como si nosotros no tuviéramos dinero, pero luego acabamos cenando y viviendo como si nunca hubiéramos leído la biblia (en clara referencia a Lc 16)

Y en esta paradoja, las poderosas naciones de Europa (¡qué comparten pasaporte y forman una unidad política!), con sus casi 400 religiosos, sus doctos profesores, sus monasterios centenarios y la tradición y la gloria que nos dejaron los antiguos, era incapaz de establecer un lugar común de noviciado, cuando las distancias son menores 2000 kilómetros y el viaje cuesta poco más de dos cenas. Y, por otra parte, el grupo de África, con distancias de viaje de 16 horas y costes de medio sueldo del mes, con distintas nacionalidades e identidades tribales, con la obligación de aprender una, dos y hasta tres lenguas, con reducido personal, con medios económicos escasos..... se presentan ante el Capítulo con la decisión consensuada y aceptada para hacer un Noviciado común el año que viene entre Tanzania y Kenia.

Paradójico, y así lo definió el P.General en un breve discurso conclusivo en el que trató de hacer tomar conciencia de cómo se nos está escapando entre los dedos nuestra forma de funcionar, que es nuestra forma de vivir. Recordándonos que es la falta de fidelidad al funcionamiento de la estructura la que está ralentizando los pasos, no la estructura en sí misma.

Eso sí, conseguimos hacernos la foto oficial del Capítulo.... de hecho hicimos dos.

domingo, 26 de septiembre de 2010

25 y 26 de septiembre - Fin de semana en Cebú

Es la noche del Domingo, pero no quiero dejar de contaros brevemente lo que ha pasado este fin de semana. Lo primero es matizar de qué hablamos. Los expertos en derecho nos recordarán que este fin de semana, al no tener reuniones ni temas, ni orden del día ni nada parecido no se puede considerar "sesiones de capítulo". Sin embargo, considerando que hacer cosas  juntos en la actividad principal de la Orden, ya que es medio privilegiado para vivir la comunión de almas, sí que fue muy "capitular" esta peregrinación al santuario del Señor Santo Niño.

La cruz de Magallanes
Diréis que el título de peregrinación es algo pretencioso. Debo reconocer que se lo puso el P.General y no me atrevo a corregirle, pero que quizás no había una religiosidad explícita en todo el viaje, aunque sí resultó que, al llegar a la Basílica, discretamente todos se acercaban a arrodillarse ante la figurilla de madera..... o que antes de irnos a acostar tantos fuimos a darle "las buenas noches al muchacho".


Sea como fuere, el caso es que la peregrinación comenzaba conun vuelo de madrugada hasta la isla de Cebú, donde llegábamos a media mañana para visitar directamente la Basílica. Allí nos recibieron de forma solemne, con colares y bienvenidas y una comida fraterna en la que se habían tomado la molestia de hacer una paella en recuerdo a la herencia española. Rápido viaje al hotel, check in y ducha veloz y a la Basílica de nuevo

La eucaristía se celebraba a las cuatro, pero tuvimos unos minutos antes para repasar el lugar. La Basílica del Santo Niño de Cebú es la primera iglesia en Filipinas y el primer convento agustino. El Niño parece haber sido traído por Magallanes quien, a su llegada, lo regalo a los habitantes de Cebú que lo acogieron con devoción. Desaparece por un período y es encontrado en una choza por alguien de la expedición de Legazpi y Urdaneta, quien entiende la necesidad de construir una iglesia que después será la basílica y convento de los agustinos de Cebú.



Uno puede mostrarse algo excéptico ante los exvotos que se presentan y los relatos de curaciones. Pero hay dos cosas que a mí - con mi racionalismo conocido y sobre todo con mi herencia materialista - no he sido capaz de comprender. La primera, y más impactane es la inmensa muchedumbre que se acerca a rezar al Señor Santo Niño. Su devoción es tal que, durante las noches, cuando cierran las puerta, encienden velas fuera de la verja del atrio, alrededor de la iglesia. Tal es la afluencia de personas que los viernes se celebran 13 misas. Alguno subrayaba que ni la todo devota Santa Rita tiene esa presencia el día de la fiesta en Casia, Bologna o incluso Milán....¡y sólo un día!

La otra cosa que me conmovió es ver cómo mis Hermanos del Capítulo se acercaban discretamente a rezar junto a la imagen nada más llegar a la Basílica (es decir, .....antes de ir corriendo a comer). Y por la noche, tras la cena y los bailes de cultura filipina de rigor, alguien sugiere entre bromas que quizás sería bueno darle las noches al Niño, para que duerma bien. Y el prior se ofrece a abrirnos la capilla sólo a nosotros, y conscientes del privilegio nos abalanzamos sobre él, su llave y su iglesia.... Y en el silencio del rumoroso pueblo de Cebú, allí, frente al Santo Niño, la memoria de los agustinos se encuentra con el presente de los agustinos.

Las tareas y las fatigas del pasado, las incertidumbres y sueños que sólo la historia cuajaría y que los muros de la iglesia ratifican se encuentran con los nuevos sueños, ideas, proyectos junto con desilusiones y cansancios. De alguna forma eramos uno con lo que vino antes, para ser uno también en lo que vendrá después.

La frase que explicó la jornada después de la fiesta la pronunciaba el P.General que nos recordaba que el misterio del Santo Niño es fundamentalmente el misterio de Encontrar a Cristo, con sus dimiensiones de sorpresa y de esperanza satisfecha. Y con eso se cepilló de un plumazo la discusión que los científicos exégetas de la expedición tenían cuando, ante tanta pasión, tanta devoción popular y frailuna, tanta iglesia, tanto culto y tanta veneración a una estatuilla de leño, nuestros reconocidos escrituristas citaban con alegría el cuarto capítulo de Juan y aquella respuesta a la mujer de Samaría.... No se dará culto al Padre ni en este templo ni en Jerusalén, sino en Espíritu y Verdad. Mucho se nos podría corregir, pero estaba clara la corrección de la gente: dijéramos lo que dijéramos que decíamos que Juan quería decir, es evidente que en la Basílica del Santo Niño se rinde culto a Dios. Quizás porque es un modo en el que los peregrinos celebran el misterio de encontrar a Jesús.


 

Existe otra  realidad en Cebú para la que no estaba totalmente preparado. Fuera de nuestro retiro del Capítulo Filipinas nos golpeó con su auténtico rostro de pobreza. Con niños mendigando a la puerta de la iglesia, mercados esparcidos por la calle y bicicletas como modo de trabajo, con personas que te paraban en la calle pidiendo unos pesos, con casas desvencijadas.... con un mundo que, explicando el evangelio del domingo, nos decían que construye barreras insalvables entre el que tiene y el que carece.

Predicaban así en el convento de las Agustínas de Mojón, donde nos acercamos por la mañana para compartir con ellas la eucaristía y después con los novicios el desayuno.

Fue interesante preguntarnos una vez más qué respuesta dábamos a un evangelio que pone en nuestras manos la construcción - y por tanto destrucción - de unas barreras que separan a hombres y mujeres en función de los recursos económicos.

En cierto modo, surge el miedo de encontrar la muerte y tras ella a nadie que por nosotros abra la puerta desde dentro. Pero al mismo tiempo somos capaces de desmontar el complejo de no poder salvar todo el mundo al recordarnos los pequeños lugares en los que nuesrta manos rompen parte de esa barrera. Quizás por eso, con gran sabiduría, los novicios de la Provincia de Cebú están en un barrio de gran pobreza. Y tienen el monasterio de la Hermanas contemplativas al lado. Así la oración permite interpretar la realidad con los ojos de Dios, da claridad y coraje, imaginación para crear y voluntad para ponerlo por obra. Y mirando a los otros vecinos los novicios pueden comprender que el mundo se desangra, pero a nosotros Dios nos ha puesto vendas en las manos - que no en los ojos - con las que limpiamos las heridas de los lázaros que viven en nuestra tierra, y en su caso, en su mismo barrio.

Después nos llevaron a conocer la nueva casa de espiritualidad que están construyendo y que a mí me recordó muchísimo a Guadarrama.... en muchos aspectos además del arquitectónico. La excursión tuvo una importante anécdota, acuñamos un lema para el capítulo, igual que el de los soldados americanos "no one left behind", porque nos hemos ido dejando frailes con una facilidad pasmosas tirados en uno u otro lugar. "Elq que no esté, se queda en tierra" es un punto que creo que alguno quiere incluir en la nueva versión de la regla de vida conventual.... mejor dejo esto.

 ¡Por fin hemos ido al Pacífico! Tal  y como lo imaginaba. Tras tanta visita, rezo, viaje... al final honramos el domingo con una comida "en la playa". ¡y vaya playa!

La comida, como está siendo estos días, la podéis imaginar: arroz, ensalada de arroz, pastelillos de arroz y por su puesto arroz blanco (sin tomate, eso sí). Pero la vista de la playa ha merecido el "estreñimiento potencial". El agua era como una sopa, pero la vista.....
Creo que alguno piensa venirse a vivir aquí.

Y poco más. Después vuelo de regreso, bus de regreso y a contemplar como Alonso nos daba una alegría a nosotros y otra a Ferrari y por ende a los italianos. Y a dormir que quedan tres días y hay que cerrar bien este proyecto de andar "capituleando"


viernes, 24 de septiembre de 2010

Viernes 24 - sexto día

El día de la Merced nos encontró con las heridas del duro trabajo y la discusión de ayer. Algunos alargamos la reflexión hasta horas imperdonables, y así estábamos. La gran noticia era que Emmanuel y Michael cumplían 60 años, así que hubo algo de coña con lo de que celebrábamos los "120 años"

La reflexión del Qohelet sobre los tiempos cíclicos y alternos, sobre el hacer y deshacer, fue leída desde nuestra capacidad de interpretar el tiempo en qué vivimos y descubrir si es de recoger piedra para protegernos en muros elevados o es tiempo de arrojar piedras para deshacer nuestras barreras.

La sesión de la mañana iniciaba con la siguiente oración


Oh Dios, para quien todo sentimiento está patente,
y a quien habla toda voluntad,
y para quien ningún secreto queda escondido,
por medio de la infusión del Espíritu Santo
purifica los pensamientos de nuestro corazón,
para que podamos merecer amarte perfectamente
y cumplir siempre tu voluntad.


Con estos buenos sentimientos nos dispusimos a "dar un repaso" al Consejo General sobre las acciones que les fueron encomendadas en el último Capítulo. Para no aburrir, cada consejero fue pasando y explicó lo que se había hecho en su respectiva área. Después hubo un brevísimo turno de preguntas, con lo que los consejeros pasaron el trago con poquísimo sufrimiento. O estábamos convencidos, o estábamos compasivos, o estábamos de weekend. De todo lo que se presentó destaco la importante acción para la JMJ de Madrid, con la exposición de San Agustín y el encuentro de agentes de pastoral juvenil. El curso online de formación agustiniana (aún se admiten inscripciones en http://osacuria.org/CursoFormadores.aspx) También el curso de espiritualidad agustiniana al que se insitió que se apuntara más gente
 (la información en http://www.osanet.org/events/default.asp?IDEvent=12)

Después de ellos, el ecónomo general explicó un poco como funciona en lo práctico la comunión de bienes, que ha permitido, entre otras cosas, construir los tres colegios de Africa, o la clínica de Babadogo, así como permitir que algunos hermanos de regiones poco favorecidas puedan tener formación en Roma.

La mañana termió con una cierta inquietud y alegría, porque, tal y como hacía Dios al comienzo de la Biblia, al aterdecer, cuando comenzaba el séptimo día, descansó. Por eso nuestra tarde ha sido serena.... nos hemos dedicado a dar una vuelta por la isla (las fotos como siempre en http://picasaweb.google.com/frgumer/CGI2010Filipinas?authkey=Gv1sRgCJrdqM7gutjhfQ&feat=directlink)




Lo primero que visitamos fue visitar una iglesia de los agustinos en la que en 1897 se firma la primera constitución filipina.

Estuvimos visitando el museo, en el que ser recuerda en primer lugar la presencia de los agustinos en la iglesia, con todo un almacén de recuerdos religiosos que a nosotros nos recordaban mucho los desvanes de Valladolid o La Vid.




Luego una serie de salas explicaban el proceso de escritura de la constitución de independencia filipina, con un ritual un tanto macabro, usando la propia sangre para firmar delante de una calavera (si sumamos la presnecia de soles y triángulos.... alguno explicaba de dónde surgía la revolución.... pero el primer personaje del grabado llevaba traje talar.... total que no nos aclaramos).





Después nos pasamos por otra iglesia, también agustína, que  ahora es la catedral de esta zona que se llama Bulacán. Estaba quemada y reconstruída, pero había un fuerte recuerdo de los agustinos por aquí. Para que veáis que somos gente de bien, al entrar todos hicimos una visita al santísimo y pedimos por las cosas de siempre.







Luego fuimos a ver una iglesia que había permanecido en pie en una región en la que un volcán había sepultado todo lo demás. La Iglesia quedó en pie, pero semienterrada, así que ahora ha quedado muy "bajita". Nos recibió el párroco con un gran cariño al saber que éramos agustinos....¡si es que aquí nos quieren bien y todo!.

Al regrear a casa había "sorpresa". Por muchos motivos - pero lo atribuímos al cumpleaños de Emmanuel y Michael - las hermanas agustinas de la consolación estaban esperándonos con un pequeños espectáculo de danza filipina, con música en directo (con cañas de bambú) para amenizar la cena y con un estupendo karaoke para entrentenernos hasta casi medianoche....¡noche de viernes!


jueves, 23 de septiembre de 2010

Jueves 23 - quinto día

Tendría que tener acordes de quinteto de cuerda para escribir algo del quinto día. Me he dejado las notas en la habitación y trato de que los eventos del día se vayan organizando en mi memoria y en mi sentimiento.

Sin duda que la frase de marras de hoy tiene que ser :

""De esta manera, peregrinando entre las persecuciones del mundo y los
consuelos de Dios, avanza la Iglesia por este mundo en estos días malos" (18,51,2)."

Me iré explicando poco a poco. Lo primero es indicar que este día era especialmente sensible para mí, así que lo que voy a contar tiene más subjetividad de lo habitual. Lo segundo, que al haber tanta subjetividad, pido disculpas si queda algo oscuro lo que ha pasado "de facto".

La mañana comenzó con la eucaristía, con una lectura del comienzo del libro del Eclesiastés que recuerda que todo el esfuerzo en la vida, toda lucha, toda guerra, es tantas veces inútil, estéril.... en palabras del libro, vanidad de vanidades, o con una traducción más "viva", todo en la vida no es más que una inmensa pérdida de tiempo. Y en el contexto de un capítulo (es decir, reunión, tras reunión, tras reunión....) el lector de la Palabra, al terminar, no puede reprimir encoger sus hombros y mirar alrededor mientras repite "vanitas vanitatis".

Pero en la homilía alguien nos explicó que la clave está en saber mirar y comprender la vida, con la óptica de Dios. Y esto lo consigue el hombre y la mujer que "escucha la Palabra". Y aprende a mirar y amar el mundo como lo hace la Palabra.Un comienzo intenso que auguraba un día difícilmente imaginable.

La mañana se dedicó a trabajo por grupos sobre los retos que la Orden afronta hoy, lo que sirvió para retomar algunas de las ideas de los últimos días. Disciplinados con el trabajo que se espera de nosotros, el capítulo se centró hoy mucho en el texto del documento, en enriquecerlo, con sugerencias continuas de añadir textos de la tradición agustiniana y de los documentos eclesiales.

El almuerzo nos trajo uno de los gestos que explican por qué la Orden está aquí, y por qué seguimos estando....¡celebramos un cumpleaños!

Después de tanta reflexión sobre la identidad de la Orden, tanto pensar y hablar, tanto formular verbos y principios, tanto y tanto escucharnos unos a otros repetirnos frases conocidas - algunas dignas de ser filosofía de las mejores camisetas - después de hartarnos de definir y concretar los elementos de la comunidad como evento sacramental de la escatológica dimensión del Reino..... al final, lo que queda y cuenta es algo tan simple, sencillo y espontáneo como cantar cumpleaños feliz y soplar una vela. Algo que al mismo tiempo es escatológico y profético, porque es amar al hombre y su vida por lo que son para mí y son para Dios; algo anecdótico, pero al mismo tiempo definitivo, porque sólo con gestos de cariño se da existencia y valor a las personas.

Porque al final ¿qué hace falta para festjar un cumpleaños? Sólo agradecer a Dios la vida de esa persona, a la que quizás conoces desde hace sólo una semana, pero a la que miras como mirado y querido por Dios. Y después buscar una tarta, una vela y aprender a cantar "cumpleaños feliz" en media docena de idiomas. Y quizás comprar una bolsa de cacahuetes y hacer un regalo simbólico y al mismo tiempo valioso.

Pero decía al comienzo que el camino hacia el cielo se hace con los consuelos de Dios y las persecuciones de los hombres. Bien, persecuciones no es lo que ha habido, a mí me gusta "retraducir" el texto de la Ciudad de Dios y decir que es "entre las miserias de los hombres", entendidas como la debilidad y limitación de nuestro ser hombres, de nuestro saber, y en el caso concreto, de nuestro tomar opciones audaces.

En los últimos años se había hablado de la oportunidad de establecer un lugar para hacer el noviciado varias naciones europeas. Es una historia larga y compleja, pero digamos que se podía haber ido más rápido de lo que se ha ido, se podían haber tomado opciones más audaces que evitaran situaciones como que una persona se quede sola para vivir una experiencia comunitaria.... consigo mismo.

Pues bien, en el contexto de un capítulo en el que se ha pedido con insistencia recuperar la dimensión central de la Orden, se ha reclamado al P. General recuperar un poco el papel de guía.... pues lo ha hecho. Y de forma inesperada - para alguno casi ofensiva - se ha "atrevido" a proponer a las provincias europeas crear un lugar para el noviciado de todas las naciones de Europa.

No sabría juzgarlo con exactitud, porque me llama demasiado la identidad supra nacional, porque la mitad de mi vida la he vivido dentro del marco político de una europa sin fronteras y porque las dificultades de lengua o cultura - en mi caso - han sido siempre superadas sin especila dificultad. Por todo ello me ha parecido que, dados los números y la realidad de Europa, sería un paso hacia adelante.

Y lo cuento con una historia, que es la mía, y que es la de uno - de los muy pocos - que vivió la experiencia de hacer el noviciado en una comunidad de dos novicios, que sólo indignamente se puede llamar comunidad. Y porque había que cuidar distancias demasiado lejanas que llevaban a una separación aislantes, así como cercanías demasiado humanas que provocaban en corazones y mentes turbias y ajadas, sospechas y acusaciones enfermizas que pueden llegar a poner a prueba la capacidad humana y divina de perdonar.

Pero sobre todo lo cuento porque he estado en segunda línea en esta aventura del noviciado. Porque sé - que es distinto de creer o imaginar - si es o no difícil para un europeo vivir en europa, hablar una lengua de europa y hacerse un alma y un corazón con ciudadanos europeos.

Lo digo porque las guerras de religión y Carlos V y Napoleón y cualquier ofensa nacional vivida o recordada ha quedado tan hundida en el pasado que hasta la "manita" del Milan en el Bernabeu en el 89 ha dejado de doler.

Y los novicios de hoy desconocen de las políticas civiles y religiosas de los años antiguos, y gozan de habilidades sociales e internacionales que los frailes del siglo pasado sólo podemos soñar. Y además muchos de esos ex novicios lo han dicho explícitamente en una carta abierta pero poco escuchada  hace un par de años.

Supongo que lo que interesa es cómo se reaccionó. Pues se habló, se presentaron razones justas y necesarias de porqué las cosas están como están, es decir "en proceso". En resumen decir que se concluye que "es una cosa buena" pero el coste es tan alto que no se ve claro si merece la pena.

De todos modos, más importante que si andará o no el "signo" de comunión internacional, más importante que si será bueno o no, o si seremos capaces de hacerlo o no... que no me importa mucho, ya que - despedido e indemnizado con creces - tengo la suerte de reconocer que es cosa de otros (y en definitiva, también de Otro). Decía que más importante ha sido el hecho de que alguien sigue, como vigía, oteando el horizonte. Y que más allá del mismo y de siempre, se ofrecen otros caminos, utópicos, irreales y lo mismo poco calculados, pero que hacen de contrapeso a la postura estable del que recorre sendas trazadas y trazadas. Pues lo malo de los caminos hechos es que llevan siempre al sitio de siempre.

Hay quien pedía más "general", pues de vez en cuando hay quien escucha lo que pedimos. Y, salga todo como salga, que aún hay que reflexionar el lunes, vaya esto por donde vaya, al final será nuestro.

La unidad - como la comunidad - es fácilmente aceptable a nivel teórico, es algo más complejo encarnarla y realizarla, en gesto concretos, en opciones que reflejen no lo que quremos que las palabras digan, sino lo que las palabras, y sobre todo la Palabra, dicen. Y si cuatro muchachos peridos en Bélgica no tienen donde ir a hacer el noviciado, o tres en Polonia, o uno o dos que pasaban por las islas Británicas.... tal vez alguien tenga que ofrecerles un lugar para que experimenten al Dios que le llamó, y tendrá que dar a quien no tiene quién más tiene.

Sea como se, cumplamos un gesto de unidad o sigamos repitiendo lo de siempre; mareemos las ideas hasta que pierdan impulso o dejemos que la novedad nos seduzca; sea como sea, al menos hoy, por un momento, alguien ha propuesto abrir un camino nuevo. Es más, alguien ha propuesto ser él mismo quien abra el camino....

Ya os contaré si esto va.... pero está parado hasta el lunes, mañana otras cosas.
Después de todo, escuchad la canción que os dejo.... si queréis

http://www.brotesdeolivo.es/index.php?option=com_docman&task=doc_download&gid=499&Itemid=14

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Miércoles 22 - cuarto día

La mañana comenzó con una provocadora pregunta en la eucaristía: ¿qué le pedirías a Dios para ti, para tu Provincia y para la Orden, si el te ofreciera concederte algo?

Confieso que es una pregunta que me ha descolocado, porque a ciertas edades uno ya desear, lo que es desear se le ha olvidado un poco. De todos modos la enseñanza estaba en saber pedirle a Dios equilibrio en la vida, entre las ansias y necesidades personales y el plan de Dios.

La sesión de la mañana se dedicó a reflexionar sobre nuestra realidad como "signo profético". Y se dijeron algunas ideas que me llamaron la atenciaón:


- para ser signo hay que ser visible
- uno auténtico signo profetico es la disponibilidad de ir y actuar donde haya que hacerlo
- debemos recordar que cada hermano tiene la responsabilidad de ser testimonio para sus hemanos
- A veces es la fuerza de la inercia nos impide progresar
- Quizás ya no es tiempo de buscar ser un signo para la gran masa, para toda la ciudad, ya que los medios de comunicación nos han ganado la partida.  Nuestro objetivo es se signo en nuestra comunidad concreta, en el barrio,... [Siin duda es de este modo como ganaremos la partida a los medios de comunicación, ya que no hay periódico o telediario que pueda superar el contacto personal, uno a uno, la experiencia personal concreta. Es más trabajoso y se ganan batallas una a una.... pero son los tiempos]
- La gente busca de nosoros que seamos gente interesada en Dios. En un mundo en que tanto se hace por "el interés", nuestro interés es Dios, y no el dinero, ni la mujer, ni nuestros proyectos.

Fueron palabras profundas, de una mañana en la que seguíamos oteando y saboreando el aroma del sueño que Dios tuvo sobre nosotros, y de alguna forma nos dejamos con sencillez embriagar de su aroma y su belleza, casi nos dejamos arrastrar por la hermosura del proyecto puesto en nuestras manos.... vamos, que da la impresión que seguimos creyendo en lo que somos.

A mí personalmente aún hoy me sigue seduciendo de forma arrebatadora - no sólo por la belleza, sino también por la fuerza irreflenable (Jer 20,7) - y quizás en resumen sea esa la razón que me trae aquí, a la otra parte del mundo. Aún así, me daba la impresión de que algunas de la expresiones que oía eran ciertas pero usadas, quizás gastadas. La reflexión sobre la necesidad de los signos y la exigencia de un mundo que ya no ve a Dios ni tan sólo sabe hacia dónde mirar provoca compartir ese grito, incluso reconocernos llamados a ser respuesta a esa necesidad de saber hacia dónde mirar.

Pero la expresión sobre el "signo profético" quedaba en mi memoria encuadrada con los pantalones de campana y los estudiantes armados con adoquines, con el pescador que conserva el anillo pero vende la tiara, con la menuda mujer que limpia llagas de leprosos. Tenía olor de libertad y elecciones nuevas, sabor metálico de correr delante de los grises, y textura de greñas y vestimentas alternativas. 

Quién lee atentamente los libros proféticos - y la repetición del esquema en la tradición sinóptica y especialmente en Juan - descubren que las "acciones de los profetas" son reflejo de lo que dice la Palabra, de esta forma ayudan a comprenderla y a fijarla en la memoria. Son un argumento "retórico" para que el discurso sea comprendido y entendido, o bien son un modo de despertar la atención. Así cargar un yugo, abrir un boquete en la pared, romper una jarra..... son acciones proféticas, como lo son proclamar dichosos a los marginados y perdedores, repartir el propio pan para que hagamos lo mismo en memoria, ofrecer el vino nuevo de las bodas nuevas.

Más que signos proféticos son "gestos proféticos". Puntuales y llamativos. Tal vez lo que buscamos es que nuestra vida se convierta en alternativa a la mentalidad dominante, en una "opción contracultural" que se concreta en acciones que se manifiestan por seguir una mentalidad distinta de la mentalidad dominante, por se consecuenca de ver y valorar el mundo con ojos nuevos, los ojos de Dios. 

Y sin embargo, nuestra vida puede ser también "experiencia de Dios, oasis del Reino". La fraternidad generada por el Espíritu permite que la experiencia de humanidad renovada - que vive el perdón y la comunión - se manifieste en gestos, acciones, actividades, relaciones, balances, evaluaciones, criterios, opciones que muestra algo que se ve y permiten intuir algo que no se ven, que son de este mundo (y eso se ve y se nota) pero siendo también de otra ciudad. Nuestra vida puede ser "signo sacramental", y por eso mismo ser presencia del Reino, aunque aún no sea pleno.

La otra idea que habría completado de haber tenido voz.... es que nuestra dimensión profética nos viene por el bautismo, en que somos ungidos "profetas". Y es cierto, somos "voceros de la Palabra", pero también se unge a los niños como "sacerdotes" y así son puentes entre Dios y los hombres.... y se unge "reyes", y son por tanto "guías para el pueblo".... pero quizás esto es un jardín que me aleja de la narración del día.

La disgresión anterior me la permito por dos motivos. El primero es que esto no es una crónica oficial ni oficiosa, que yo no soy nadie más que el tipo de la guitarra - among many other skills, como dice John - y otros escriben la crónica de lo que aquí pasa. Yo dije que escribiría lo que "a mí" me pasa. 

La segunda razón es que ya que paso el día diciendo las palabras de otros, este rato en el silencio de la noche, en la soledad, también tengo mi terapéutico derecho a decirme lo que me apetece.

De todos modos era una excusa para poder decir ahora que el encuentro de la tarde me lo he perdido, por trabajo y sobre todo por gracia de Dios. La tarde se dedicó a reflexionar sobre la colaboración entre las distintas circunscripciones de la Orden. Claro que la fotocopiadora decidió no andar "fina" a la misma hora.... y la wifi hacía de las suyas... y quizás Dios quería prevenirme de más cicatrices en el corazón.

La clave de cómo fue la tarde me la dieron Robert y Hyancinth, Hermanos venidos de Kenia y Nigeria respectivamente, mientras saboreábamos un Bloody Augustine un tanto empalagoso (el cocktel de hoy, primo carnal de Bloody Mary... .pero corto de vodka). Su mirada africana y su mirada de provincias nuevas habían observado la asamblea de la tarde con perpleja atención. Había habido un cambio importante en las intervenciones, en la densidad de las frases dichas, de las ideas compartidas. De alguna forma el paso de lo teórico a lo concreto había adormecido la elocuencia.

En cierto sentido, confrontarnos con la realidad de la colaboración es una consecuencia lógica después de haber recordado nuestra identidad como "alma una", la dimensión universal de la Orden, aunque concretada en la comunidad local, y la exigencia de ser un signo de un Reino nuevo. Pero al confrontarnos, como ocurre ante un espejo, con la colaboración - que no sólo es una oportunidad o una conveniencia, sino sobre todo es una exigencia de nuestra identidad - igual que ocurre ante un espejo, se nos devuelve la realidad tal y como es, de hecho tal y como la hacemos.

Me venía a la memoria una de las oraciones de estos días.

“En la tierra somos viajeros, siempre en camino. Esto quiere decir progresar: dar pasos hacia adelante. Te desagrade siempre lo que eres, si quieres conseguir lo que no eres. En realidad, en donde te complaciste en ti mismo, allí te quedaste. Si luego has dicho: Basta, además has perecido. Añade siempre, avanza siempre, progresa siempre. No te pares a lo largo del camino, no retrocedas, no te desvíes” (Serm 165,15,18)




Pero no quiero hablar de la unidad, porque hoy es ya un día sagrado y ya me he causado mucho dolor por ello. Sí quiero recordar algo que decía Bob mientras en la noche degustábamos el fin del día como excusa para estar un rato juntos. Decía que a veces le da la impresión de que usamos nuestra identidad, nuestra espiritualidad agustiniana como algo de lo que enorgullecernos, de lo que sentirnos orgullosos, pero después nos falta el coraje para encarnar lo que las palabras significan.


Por eso fue su mirada, africana y joven, sin historia remota, sin grandes monasterios que honrar, héroes que renombrar, ofensas de honor que perdonar o herídas fraternas que sanar, ellos, libres de lastres y audaces le explicaban a este Lastra porqué esta tarde se había temido hablar de lo personal, de lo concreto, de lo cercano. Y yo podía añadir - pues sí conozco las heridas, las ofensas, los héroes y los monsaterios - que el pasado y las opciones nuestras y de otros pesan, que el tiempo parece repetirse, que las barreras separan, pero resultan cómodas porque dan seguridad. 




Son ellos los que me han inspirado el final de esta nota, ahora que es de madrugada y que me han dicho que no soy el único en no dormir.... (creí que sólo era mi conciencia la intranquila...)

Termino con algo poco ortodoxo. Es un pequeño desafío o un estúpido sueño de críos...
La cuestión es unir los siguientes 9 puntos cuatro líneas (con cinco líneas  lo hace cualquiera.....) y sin dejar fuera a ninguno, evidentemente.
Mañana la respuesta, si nadie la encuentra, (y si la encuentras, por favor, no la digas, no quites "magia")

Que paséis un hermoso día de Santa Tecla, patrona apócrifa de la informática (que es lo que me hace "existir")

martes, 21 de septiembre de 2010

Martes 21 - Tercer día

Este día de San Mateo nos devolvió a la experiencia de la llamada de Jesús, de hecho una llamada que es una invitación a un banquete, un convite. Como hace Mateo en el evangelio, la llamada es a compartir la vida también con los despreciados de la sociedad. Estamos invitados a participar del banquete del Reino, en cierta medida, a realizar el banquete del Reino


Tras las presentaciones de ayer, la jornada de hoy se ha dedicado de lleno al trabajo del documento del capítulo. La metodología consiste en dialogar en pequeños grupos para después poner en común en asamblea las ideas presentadas. Habrá una comisión de redacción que preparará un documento final que se enviará a todas las comunidades para que sea leído y reflexionado. En cierta medida el documento final es más bien un documento inicial de un período de reflexión sobre la identidad de la Orden que nos llevará al Capítulo General de 2013.

Un elemento importante a no olvidar es que esta reflexión no es sobre "cuál es" nuestra identidad, ya que la conocemos y la hemos estudiado y escrito en decenas de libros. No, la reflexión es cómo expresar hoy esta identidad y como hacerlo aquí, donde aquí supone cada uno de los lugares en los que la Orden se hace presente.

Por eso la primera parte de la reflexión que nos ha llevado toda la mañana, ha girado en torno a la realidad de la comunidad local. Se ha vuelto a repetir la acertadísima expresión de Theodore Tack: "La comunidad es el primer apostolado" y se han hecho profundas e ilusionantes reflexiones sobre la capacidad de nuestras comunidades de ser un signo de unidad en un mundo que proclama la división. [Quizás volvamos a incluir la frase de marras en las Constituciones.... ]

En esta línea de ser signo de unidad, se nos ha recordado cómo la Provincia de Nigeria ha hecho la opción de aceptar candidatos de distintas regiones y tribus, lo que supone un signo en un país marcado por diferencias étnicas importantes.

La tarde tenía una reflexión centrada en la dimensión universal de la Orden, una característica esencial y novedosa a las órdenes mendicantes en el momento de su fundación. Se ha reconocido el peso del provincialismo que nos hace "provincianos" y se han recordado momentos en los que hemos levantado muros sobre nuestras regiones y modos de hacer que nos han permitido vivir en ciertas seguridades.

Hay un complejo equilibrio entre la unidad que da la universalidad y la particularidad local, fruto de la inculturación - o más bien encarnación - de la experiencia agustiniana en un lugar concreto, con una cultura, necesidades y personas determinadas. En ocasiones la identidad local ha devorado los elementos de identidad universal y común a toda la Orden, entre los que están los signos externos de identificación (vestimentas, oraciones, santos, tradiciones,...). Pero por encima de ellos está el signo identificativo que manifiesta la forma particular como la experiencia de Cristo Resucitado se encarna en la vida de la Orden y se traduce en una forma particular de buscar a Dios, de escuchar y enseñar la Palabra, de comaprtir la vida con el necesitado y el prójimo. La forma peculiar de vivir el evangelio en nuestra tradicion - que englobamos con el término "espiritualidad agustiniana" - mantiene un núcleo común aunque se adapte a situación concretas.

Locales y Universales. Quizás en un tiempo hemos subrayado la experiencia local y la subsidiariedad e independencia de las regiones e incluso de las casas. Ahora llega el momento de recuperar la dimensión universal, encontrando formas nuevas de mostrar que la Comunidad a la que pertenecemos no es la local ni la provincial, sino que nuestra pertenencia es a una Orden y que, por tanto, el destino de cada comunidad está intrínsecametne ligado al de otras. Es necesario encontrar modos de expresar esta unidad por encima de las barreras.

Algunas frases de la tarde:
- "queriendo seguir más íntimamente a Cristo" es el origen del impulso que nos lleva a vivir juntos, a buscar a Dios juntos y a predicar el evangelio juntos.
- "el pasado debe ser un trampolín y no un sofá"
- "algunos institutos confunden unidad y uniformidad"
- "cuando se dan pasos en estructuras de colaboración hay que cerrar la puerta detrás", en referencia a algunos casos en los que, tras unos pasos de colaboración, algunos han decidido volverse atrás.











Si miras de nuevo las fotos es posible que te fijes en algo peculilar..... efectivamente, en la sesión de la tarde los Hermanos nos pusimos el hábito, de color negro o blanco, como es costumbre en al Orden. Quizás eso de que "es costumbre" se podía discutir. Pero el gesto ha sido de unidad, de obediencia y de autoridad. Explico el porqué.

En uno de los momentos del día, hablando sobre el equilibrio entre la universalidad y la particularidad local, alguien que se echa en falta a veces una autoridad mayor por parte del General: "debemos dar más autoridad al General" creo que fue la expresión. Los expertos en derecho nos explicaron en los pasillos que al General no se le puede dar más autoridad jurídica que la que tienen que es prácticamente toda.

¿Entonces? Entonces, existe otro modo de dar autoridad. Y de forma clara hemos tenido un ejemplo esta tarde. El cardenal de Manila, su eminencia Gaudencio Gonzalez, había aceptado nuestra invitación de compartir un momento de oración con el Capítulo. Por ese motivo el P. General indicó que trajéramos el hábito, y todos aceptamos su indicación y nos pusimos el hábito para rezar. Con completa normalidad.
Quizás no se vea aquí ni obediencia, ni autoridad, ni se considere que el gesto de unidad sea tan significativo. Si vivierais la situación de una asamblea en la que cuatro o tres o dos llevan el hábito y los demás visten de calle, comprenderíais que el gesto de unidad queda más patente cuando el gesto lo hacen todos. Recibíamos al obispo de la región y una forma solemne - o formal - de encontrarnos con él era usando un signo por el que se nos reconoce, y que en esta región se usa bastante. El P.General es el presidente del Capítulo, es el que coordina y considera que lo apropiado es usar el hábito. Por supuesto que es discutible y que se podría haber generado un debate y una votación sobre la necesidad o no, sabiendo que el hábito no es más que un signo externo que no define la consagración, aunque sí es cierto que la indica. Otra opción es apoyar el criterio de quien tiene la responsabilidad de organizar la asamblea, adaptar nuestro criterio al suyo, en algo que no era esencial, que requería una reacción rápida en el tiempo.

Ese gesto de acompañar su intuición o su criterio es un gesto de obediencia. No porque se haga algo que desagrada o algo que se tenga que hacer, sino porque se es solidario con quien tiene la responsabilidad, se confía en su criterio y se eapoya. Evidentemente, si fuera cuestión más seria, habríamos hecho un discernimiento, una reflexión. Pero usar o no el hábito no puede requerir el esfuerzo de cerrar una casa o abrir una misión.

El hecho de ofrecer confianza, de realizar un gesto en el que se apoya una idea o una decisión es también dotar de autoridad a la persona responsable.

Ha sido un gesto quizás demasiado simple, de poquísimo esfuerzo, pero que lleva dentro la dinámica poderosa de la obediencia y la autoridad. Realizar gestos concretos que expresan la confianza en el criterio y la intuición de la persona responsable, su apoyo práctico. En definitiva es querer a quien tiene una tarea, quererle bien y acompañarle en el desempeño de la misma,