La primera y única sesión ha consistido en la importante aunque tediosa tarea de leer las actas del Capítulo - lo que en mi caso suponía traducir la lectura de las mismas- por si algo había que adecuar. Dos pensamientos rápidos. En primer lugar, aunque sea jurídicamente necesario, alguien tendría que buscar otro método....¡porque es soberánamente aburrido!. La única cosa graciosa es que uno hace memoria de lo que ha pasado, aunque las Actas nunca reflejen lo que es comer Balot (mira aquí si te atreves) o la audacia que alguno tiene con el karaoke. (por cierto, que algunos pensamos que el karaoke lo inventaron los que no saben lo que es la bodega del pueblo donde ir a echarse unos tragos y unos cantos).

Evidentemente se aprobaron por mayoría absoluta y sólo quedóp firmarlas (véase la foto y reconózcase a los personajes)

Algunos alumnos de la universidad Regina Carmelo hicieron danzas y cantos antes de la comida y tuvimos ocasión de agradecer al personal de cocina sus atenciones.
Después, con horario filipino (se sale diez minutos antes de la hora fijada) nos pusimos en marcha.

La eucaristía conclusiva se celebraba en la parroquia de Santo Niño de Cebú, de Biñan, al lado del Colegio San Agustín del mismo lugar.
Por cierto, el susodicho colegio hace una seria competencia al genuino Colegio San Agustín de toda la vida. El polideportivo era casi igual pero con escenario y hay quien dudaba de la comparación....

Alfombra roja incluida y te helado mientras una buena muchacha nos amenizaba la velada......Me temo que no he visto muchas cosas así en mi tierra... ni tan sólo el cuadro dinámico musical.
Tras recuperarnos de la emoción nos dirigimos a la iglesia a celebrar la eucaristía de consclusión. Pero antes había sorpresa. Viejos compañeros, expertos en baloncesto y cantos varios, Pederito y Jonas, habían dejado su isla de Iloilo y se habían venido a Luzón a vernos y acompañarnos.
Da gusto volver a ver a los Hermanos, después de tanto tiempo.

El evangelio del día nos recordaba la realidad del envio y la misión como un proceso de esfuerzo, combate y peligro.... como ovejas entre lobos. Con una imagen así bien se podía despedir a los voceros de medio mundo agustiniano.
La foto finis muestra todo pero no se nos reconoce a los de las segundas filas.
Al terminar nos dieron una cena en el colegio para todos los agustinos y los miembros de la familia agustiniana. Profesores y padres y madres vestían trajes de gala filipinos y la escuela de danza realizó una representación breve y técnicamente soprendente que mostraba algunas danzas filipinas. Había visto otros parecidos estos días, pero los de aquí no tienen comparación.Podéis ver el himno del colegio aquí
Y ahora he vuelto al centro Barci a hacer la maleta. Todos están acostados. mañana madrugamos y salimos. Algunos para muchos destinos y otros haremos escala técnica en Corea, para celebrar los 25 años de presencia agustiniana allí.... Si hay internet, mañana os cuento más.
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