jueves, 12 de septiembre de 2013

Hacia dónde podemos ir...


(Notas del discurso del Prior General) 

De forma audaz y ambiciosa, pensando en grande, el Prior General presenta líneas guías de accion


Sed compasivos. Esta sería la clave de nuestra vida estos años

Los desafíos de la humanidad son nuestros desafíos, como lo fueron de Cristo. Recuperar la tradición de las órdenes religiosas que es trabajar por la humanidad.

Debemos buscar nuestro lugar en la sociedad, el lugar donde vivir la misión. No podemos vivir preocupados de nosotros, de nuestros intereses. La orden ha de estar en medio del mundo pero no de cualquier manera. Nuestro lugar es donde están las víctimas, las mujeres golpeadas, los extranjeros sin papeles, los que no encuentran sitió en el corazón de las personas. Hemos de estar en la cuneta junto a los heridos.

Ha habido muchos al lado de los necesitados. Hoy la actividad de los cristianos es inmensa, pero no suficiente, hay que trabajar para la que la Orden esté configurada por el principio misericordia. Ser los lugares con la reacción Ma libre, más audaz y comprometida ante el sufrimiento,

Habrá mucho más que hacer, pero si no estamos marcados por la compasión es inútil

La compasión es lo único que puede hacer a la Iglesia de hoy más humana y más creíble. Para qué una teología que no despierta de la indiferencia e introduce más compasión. Para qué la liturgia si no oímos los gritos de quien sufre.

La a iglesia será creíble si actuamos movidos por la compasión hacia el ser o humano

Vivir de la compasión no es fácil para nadie. Por eso es urgente escuchar la llamada a ser compasivos como Dios nuestro Padre es compasivo.

Si nuestra vida no está enraizada en Dios, nada podemos hacer. 

Algunos principios que pueden guiarnos:
El mayor será de hacer como el menor, y el que gobierna como el que sirve.
El que os preside no ponga su felicidad en dominar desde el poder sino en servir desde la caridad.

Nuestro servicio sólo puede entenderse desde la unión de almas y corazones en camino hacia Dios. Por eso es importante la colaboración, el diálogo.

El programa del consejo general será el que decida el Capítulo General. Las aportaciones hechas marcarán el camino del Consejo para los próximos seis años.

Priorizar la dimensión religiosa de nuestra vida, potenciando la capacidad orante.
Alentar la vida comunitaria y la colaboración. Una gran novedad es que durante este año el Consejo General trabajará un programa a raíz de lo presentado por el Capítulo y después en mayo los superiores mayores se reunirán en Roma para concretar cómo llevar adelante este programa.
Potenciar la pastoral vocacional y el cuidado de la propia vocación. Y una clave sería una vivencia más explícita de la pobreza.
Cuidar a los miembros d a Orden, sus presencias e identidades
Luchar por la justicia y la promoción de la Paz. Buscar una vida sencilla y austera.
Revisar nuestras estructuras económicas, el aprovechamiento de los recursos y la trasparencia
Promover los estudios en la Orden y la vida de cultura.
Continuar la atención a las religiosas de vida contemplativa de la Orden.
Proseguir el apoyo al movimiento laical agustiniano, con especial atención a los jóvenes, mejorando su representatividad dentro de la Orden.
Reforzar las comunicaciones de modo que se facilite la comunicación y el diálogo.

Escuchemos al Espíritu, renovemos lo necesario, vivamos el carisma con alegría y entusiasmo. Comprometámonos con el servicio al evangelio..






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