martes, 3 de septiembre de 2013

El grito de la Paz

Hoy ha pasado algo fuera de lo ordinario en el Capítulo.

Como todos sabéis, en el Ángelus del domingo el Papa Francisco "gritó" por la Paz. Es un grito nada estridente pero que tiene la firmeza de quien se niega a conformarse con un mundo donde la violencia pretenda ser el único camino cuando tan sólo es el más cómodo o el más práctico.

Las tierras arrasadas, las vidas segadas. Un día Dios nos pedirá cuenta de la sangre de nuestro hermano que clama desde la tierra y no podremos decirle que no somos sus guardianes.

Así que el Papa nos invita a "gritar" con él, en un sencillo y doble gesto que ha realizado la tradición religiosa cristiana (y tanta otras)... el ayuno y la oración. El ayuno para prepararnos y la oración como forma de Gritar, sin extridencia ni violencia ni imposición ni desesperación....  sólo en adoración.
La cita es el sábado a las 19 y lógicamente ya había pensado ir a la plaza.

¿Qué hay de extraordinario pues? Lo que ha pasado esta mañana. El Capítulo ha acogido una propuesta de algunos hermanos para adherirse a este gesto del Papa. No sólo es una adhesión simbólica sino que el Capítulo General, máximo órgano de la Orden ha decretado un día de ayuno y oración en respuesta a la invitación del Papa, y lo propone a todos los hermanos y hermanas de la Orden, sean religiosos o sean laicos.

Es ante todo una respuesta a una invitación, así que a cada uno corresponde responder o no Pero se nos invita a participar en un gesto común con toda la Iglesia, un grito "al modo de Jesús", con la oración que pone nuestra confianza en el Padre y, al mismo tiempo, nos abre el corazón y la mirada para reconocer mejor cuál es el camino de Dios.

Si te animas, únete a nosotros y al Papa Francisco. Grita con nosotros: Ayuna y Ora



Los miembros del Capítulo General de la Orden de San Agustín reunidos en Roma declaramos este día nuestro pleno apoyo a nuestro Santo Padre el Papa Francisco, en su grito por la paz y por el fin de la violencia en Siria. Junto con él apelamos a la comunidad internacional que dejen a un lado las armas de la guerra y las amenazas de violencia y que sigan el camino que lleva a la paz a través de, diálogo y la discusión.

Como signo de nuestra solidaridad con el Santo Padre nos empeñamos en observar el día 7 de septiembre de 2013 como un día de ayuno y oración por la paz en Siria, Oriente Medio, y en el mundo entero, y urgimos a nuestros hermanos y hermanas agustinos en todas partes, religiosos, religiosas y laicos, a unirse a nosotros en esta iniciativa, Que esté gesto de unidad y este acto de oración fortalezca los lazos que unen a todos los hombres y mujeres de buena voluntad que ansían la paz, e introduzca en nuestros días una nueva era de comprensión, cooperación y esperanza para los pueblos de todo el mundo.
4 de septiembre, Fiesta de Nuestra Señora de la Consolación



Señor, escucha mi oración,
que llegue mi grito hasta ti
(Sal 102,2)


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