jueves, 15 de septiembre de 2016

Decía....hace tres años

Decía el Prior General en su discurso programatico para este sexenio (diez dimensiones y cuatro invitaciones)

1. Priorizar la dimensión religiosa de nuestra vida, potenciando la dimensión orante y cultivando nuestra espiritualidad. Para ello contaré con el recién creado Instituto de Espiritualidad, el cual iniciará un proceso de servicio por regiones, según lo indicado en el Capítulo.

2. Alentar la vida comunitaria en la Orden y en todas sus dimensiones, estimulando las iniciativas que la fortalezcan y ayudando a los superiores locales y mayores en esta crucial tarea. Para ello buscaremos la colaboración entre las diversas circunscripciones, sobre todo de personal y económica. Deseo que en la realización del programa capitular estén involucradas todas las circunscripciones. Para ello vamos a desarrollar el programa capitular en las sesiones del consejo general (en las reuniones de octubre a diciembre). Este programa del consejo será ampliado por las comisiones y secretariados de la Orden (de enero a marzo 2014). Y será enviado a los Superiores Mayores de las circunscripciones para estudiarlo con los respectivos consejos (abril-mitad de mayo).  Finalemnte, nos reuniremos en Roma del 19 al 26 de mayo todos los superiores mayores y el consejo general para encontrar los caminos de realización del programa, con el apoyo y el compromiso de todos en las acciones concretas diseñadas.

3. Potenciar la pastoral vocacional y el cuidado de la propia vocación, que debe vivirse de forma coherente y gozosa, para poder ofrecer una propuesta creíble en el mundo de hoy. ¿Queremos aumentar las vocaciones en número y calidad? Vivamos la pobreza en la línea que presentan las Constituciones, que dicen que: “Damos a Cristo lo que damos a los pobres y que lo que negamos a los pobres, a Cristo lo negamos”, y que “tenemos que dar un testimonio coherente y profético de la opción preferencial por los pobres, imitando a Cristo con tal empeño” (CC 73).

4. Cuidar la formación de los miembros de la Orden, tanto inicial como permanente, teniendo en cuenta nuestras raíces agustinianas y las particulares circunstancias de tiempo, lugar y cultura.

5. Responder desde el Evangelio a las necesidades y retos del mundo actual, en la lucha contra las injusticias, en la solidaridad y promoción de la paz, tal como hemos dicho alinicio de estas páginas.

6. Revisar las estructuras económicas, potenciando la centralización de la economía, el aprovechamiento de los recursos y la claridad. Buscaremos la situación real y la trasparencia económica de las comunidades y circunscripciones de la Orden.

7. Promover decididamente los estudios y la vida cultural en la Orden, prestando especial atención al Instituto Patrístico Augustinianum y a los demás centros superiores de estudios teológicos: Villanova, Valladolid, Bogotá...

8. Continuar la atención a las religiosas de vida contemplativa en la Orden. Para ello no sólo promoveremos futuros encuentros de las hermanas, proyectos vocacionales compartidos donde sea posible y ayuda espiritual sino que intentaremos llevar a cabo la renovación de las Constituciones y la revisión de algunas formas de vida, siempre en comunión con las Presidentas de las federaciones y de las Superioras de los monasterios.

9. Proseguir el apoyo al movimiento laical agustiniano, con especial atención a los jóvenes, de modo que se consoliden las estructuras de representación laicales, la formación agustiniana de sus miembros y la colaboración.

10. Reforzar las comunicaciones de modo que se facilite la información y el intercambio.



Quisiera que nos abriéramos como Orden a un futuro de esperanza, porque hay muchos signos de vida. Os invito a:

* Discernir lo que Dios quiere de cada uno de nosotros como agustinos y comunitariamente como Orden.

* Acoger el dinamismo profético allí donde sea suscitado por el Espíritu.

* Renovar lo que sea necesario para vivir nuestro carisma con fuerza y alegría, como lo hicieron tantos hermanos nuestros a lo largo de la historia.

* Participar, colaborar, implicarnos todos en lo que es, sin duda, tarea de todos.




(Final del Discurso Programático que el Prior General, P.Alejandro Moral, dirigió a los miembros del Capítulo General Ordinario 2016)

No hay comentarios: