viernes, 21 de septiembre de 2007

El fin de una era.... y el comienzo de otra

Esto se ha terminado. El proceso de hoy fue protocolario. Lectura de Actas por la mañana y después, tras la corrección, firma y eucaristía por la tarde y cena final.

El momento cumbre, quizás por ser el último, ha sido la eucaristía, que presidía el P.General. La homilía, si alguna vez cae en vuestras manos, leedla con calma. Analiza la situación de la vida, a caballo entre el futuro y el presente, destacando la necesidad de reverenciar el pasado y al mismo tiempo anhelar una descendencia, ser el futuro de un alguien.

Dos frases me han marcado al escucharle hoy. La primera idea "¿quién puede hoy hacer que un recaudador de impuestos deje su banco y le siga?". Iba en relación con la vocación de San Mateo, que celebramos hoy, un hombre corriente, con un buen empleo y que lo dejó todo sólo porque Jesús le dijo "ven y sígueme". La respuesta a la pregunta de Fray Roberto es tentadora, porque la primera impresión es responder "Jesús".... Jesús es el único que hoy puede hacer que un funcionario de hacienda, con oposición y trabajo seguro, abandone todo para seguirle por esos mundos de Dios.
Y, sin embargo, creo que no podemos responder así. Y este es el drama y al mismo tiempo la fascinación de estar vivo dentro de la Iglesia. Jesús nunca pasará delante de la Hacienda pública invitando a dejar el dinero y seguirle. No se acercará jamás a la escuela de empresariales a pedir que le sigan. Jesús no vendrá hoy ni mañana aquí, a mi habitación (¿a la tuya?) para pedirme que deje mis mil batallas - ¡incluso las que son buenas! - y me dedique a seguirle.... por estos mundos de Dios.
Será mi palabra, mi invitación. Será tu invitación, la que haga que otros sigan el camino que Jesús ha pedido.... ¿Cómo hacer que mi palabra sea una Palabra que mueve el corazón y provoca el cambio?.... Sólo si mi palabra es la Palabra que, encarnada en mi debilidad, en mi miseria, se pronuncia en mi boca y mis labios, con mi dicción, mi lenguaje, mi torpeza.... pero con su contenido.....
A Dios le pido que nos conceda ser esa Palabra.... al menos mañana


La otra frase no tiene mucho que comentar "leemos le evangelio como si no tuviéramos dinero, pero manejamos el dinero como si no hubiéramos leído el evangelio". No lo dice de la Orden, lo dice del mundo cristiano en general, que proclama su amor a la pobreza mientras abraza, en ocasiones con gusto, el estilo de vida del norte. De San Agustín recordaba que "dar lo que te sobra al pobre no es limosna.... prácticamente es fraude"

Ahí os dejo.... con esto (y una cena fraterna) terminó el 182 capítulo general de la Orden.
Quizás escriba aún unos días.... antes de volverme a España

1 comentario:

Anónimo dijo...

mucho silencio, por parte de tus lectores, en estos días.
Y ahora que esto llegó a su fin, aparezco yo.
Ha sido impresionante esto de seguiros de cerca.
Ojalá los agustinos sigáis diciendo muchas cosas de Dios al mundo de hoy.
Ojalá estos días de renovación y perspectiva de futuro os ayude a ello
Gracias por todo