¡Comienza el capitulo!
En esta tarde de domingo hemos iniciado nuestra reunión. Y lo hacemos rezando.
La tradicion al comienzo de cada curso académico de cada actividad de reflexión es celebrar la misa del Espíritu Santo. ¿Por qué? No simplemente porque creeamos que con unos cantos - o gritos, la verdad - consigamos que Dios venga a iluminarnos con una especie de inteligencia particular (que no vendría mal...). La razón por la que invocamos al Espíritu Santo es la de confesar y reconocer que la actividad de nuestra reflexión, que se hace con el corazón y la razón tiene su origen en Dios, pero sobre todo tiene a Dios como marco de referencia, como horizonte y como camino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario